Stratovarius — Under Flaming Winter Skies. Live In Tampere (EarMusic, 2012)

Si pudiésemos coger este doble directo de Stratovarius con una venda puesta sobre los ojos, dispuestos a no ver artwork de la obra o el sello que la edita, lo primero que pensaríamos tras escuchar ‘Under Flaming Skies‘ y ‘I Walk To My Own Song‘, los cortes de apertura del primer CD, sería lo siguiente: ¿de dónde ha salido esta grabación pirata de la banda de Timo Kotipelto? Pero no hay pañuelo que nos tape la visión y ya sé, antes de reproducir la obra en mi equipo de música casero, que la discográfica que se encuentra tras este lanzamiento es la irreprochable compañía EarMusic, subsidiaria de Edel. Entonces, ¿quién ha engañado a sus gerifaltes para que den luz verde a una grabación como Under Flaming Winter Skies?

A ver, me explico. Es totalmente cierto que con Elysium los miembros de Stratovarius levantaron nuevamente el vuelo; igualmente correcto es subrayar que en esta dupla sobre las tablas el quinteto funciona sin peros, siempre demostrando una compenetración agradecida. Siendo así, de dónde salen mis quejas. Pues simple y llanamente de que, encontrándonos en pleno 2012, no me esperaba una producción tan deplorable. El sonido de los instrumentos queda empastado, sin conseguir que en la mezcla final cada ejecutante no sólo suene compacto, también que tenga su instrumento la nitidez requerida para ser localizado en el fluido resultante. Eso por no hablar de los textos que canta Kotipelto. El que se encargase de probar su micrófono aquella velada está claro que le quería gastar una broma pesada: no se le entienden la mitad de las frases —sobre todo refiriéndonos a Timo, que es un vocalista que, todavía alzando mucho su registro, forzándolo, suena por norma claro en cada una de sus frases—.

Con este Live In Tampere se quiere homenajear y despedir por todo lo alto al baterista Jörg Michael; pero, escuchado lo escuchado, se hace flaco favor a una banda que merecía mayor respeto. Está claro que cuando el gato nos está, los ratones bailan; tal vez si Timo Tolkki estuviese todavía en el grupo las cosas habrían sido de otra manera. Y no me refiero a que la banda estuviese mejor como conjunto, pues ya remarco que están de lujo, es el hecho de que seguramente el perfeccionista Tolkki no habría tragado con esta pésima producción. Por lo demás, el seguidor de Statovarius hallará aquí toda una compilación de éxitos y temas memorables.

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Sergio Guillén