Que Tom Morello es un tipo inquieto no es nada nuevo. En un mismo año es capaz de irse de gira con Rage Against The Machine, de subirse a un escenario con su alter ego The Nightwatchmen y de formar un nuevo proyecto y sacar un disco, el que hoy nos interesa, en una nueva banda llamada Street Sweeper Social Club.
Street Sweeper Social Club surge de la unión entre el guitarrista Tom Morello y el cantante de hip hop Boots Riley, conocido por ser el vocalista de The Coup. California los cría y ellos se juntan. Tanto Morello como Riley han estado siempre fuertemente ligados al movimiento político comunista y marxista, y en todos sus proyectos, de manera más o menos explícita, han expresado su desacuerdo con el sistema capitalista y su crítica al gobierno estadounidense. Por eso no es de extrañar que Street Sweeper Social Club sea un grupo en cuyas letras no faltan las connotaciones políticas:
Till we make the revolution I just hope your life sucks.
All my people in the place put your fist in the air,
all my damn motherf****** get up out of your chairs,
all my real damn peoples we got love for you here,
except for that motherf***** right there!
“100 Little Curses”
(Hasta que iniciemos la revolución espero que tu vida apeste/toda mi gente, que levante el puño/todos mis malditos hijos de **** levantaos de las sillas/ toda mi gente auténtica, tenemos amor para vosotros/excepto para aquel hijo de **** de allí).
Podríamos decir que su estilo musical es una mezcla de rap, rock y funk, similar a Rage Against The Machine, pero menos hardcore, más moderado. La voz desgarradora de Zack de La Rocha se intercambia por una voz más madura y más lineal, la de Riley. Respecto a la guitarra Morello experimenta más con ritmos funkys (“Promenade”) y folclóricos (“Somewhere In The Worlds It’s Midnight”), aunque también nos sigue regalando riffs llenos de fuerza y con el estilo que únicamente le caracteriza a él (“Fight! Smash! Win!”). Para la grabación del disco han contado con Stanton Moore de Galactic a la batería y el bajo lo ha grabado el propio Morello, quien, además, produce el disco.
El nombre, como no podía ser de otra manera, tiene un sentido crítico y revolucionario. Por “street sweeper” se conoce al personal de limpieza de las calles, y por extensión en la jerga callejera se llamó así a las armas automáticas de los antidisturbios, que “limpian las calles” en las manifestaciones. En un principio el grupo se iba a llamar Street Sweeper a secas, pero unos meses después del anuncio del álbum debut cambiaron el nombre por el de Street Sweeper Social Club.
El disco salió a la venta el 16 de junio, y desafortunadamente para los europeos de momento no podemos comprarlo en las tiendas, no ha salido físicamente de Estados Unidos. Eso sí, se puede escuchar entero en el myspace del grupo, y se puede comprar en formato digital en Internet.
Este álbum debut es un disco muy corto, compuesto por once temas y apenas cuarenta minutos de música. Esto podría tener una razón, y es que el disco se ha forjado muy deprisa, sin embargo el resultado no decepciona. Tan sólo han pasado unos tres meses desde el anuncio de la formación del grupo y el lanzamiento del disco, que han grabado entre concierto y concierto en el Ninja Tour, en el que teloneaban a Jane’s Addiction y a Nine Inch Nails. A pesar de que el anuncio de la banda, la gira y el disco han sido un poco precipitados y no nos ha dado tiempo a asimilarlo del todo y a crear la debida expectación, se trata de un álbum, que si bien, carece de la fuerza de Rage Against The Machine (las comparaciones son odiosas), es fácil de escuchar y no defraudará a los amantes de Tom Morello.
El disco se abre con la canción “Fight! Smash! Win!”, un auténtico himno y uno de los singles del álbum. Este tema, junto a “100 Little Curses”, otro de los temas principales, y también junto a la canción titulada “The Squeeze”, es una de las canciones con más fuerza y en las que más reconocemos ese sentimiento reivindicativo y underground tan característico de Morello y de Riley. En el álbum encontramos otras canciones más tranquilas y menos agresivas, como “The Oath”, la funky “The Promenade” con coros discotequeros incluidos o la rockn’rollera “Nobody Moves Til We Say Go”. Cabe destacar que en la mitad de las canciones hay coros en el estribillo, un detalle que le da a los temas ese tono revolucionario, como si se tratase de himnos en una manifestación.
En general el disco reúne tres características: los riffs agresivos de Morello, el rap de Boots Riley y unas letras críticas y directas que buscan crear conciencia social y exaltar el sentimiento de la clase obrera, sobre todo en una etapa de crisis financiera como la actual (pese a la contradicción de que el álbum lo distribuya una gran discográfica multimillonaria). Si te gustan estos tres ingredientes el éxito está garantizado. Si hay alguno que no te cuadra, quizás te sepa a poco, pues es cierto que aunque es un buen disco, y un buen debut, tal vez haga falta que el proyecto se estabilice un poco y el segundo disco sea el que realmente nos sorprenda. Eso si hay un segundo disco, claro, porque con Morello uno nunca sabe. Lo mismo se reúne con Audioslave otra vez, que saca nuevo material con Rage Against The Machine, que funda un nuevo grupo, quién sabe.
De momento no hemos podido verles actuar en Europa, y aunque ya han terminado el Ninja Tour, no tienen fechas. Tal vez cuando nos llegue el disco, en unos meses espero, anuncien algunos conciertos. De momento, para quitaros el gusanillo, os dejo un vídeo de la gira con Jane’s Addiction y Nine Inch Nails, hace tan sólo unas semanas.
Tracklist:
01. Fight! Smash! Win!
02. 100 Little Curses
03. The Oath
04. The Squeeze
05. Clap For The Killers
06. Somewhere In The World It’s Midnight
07. Shock You Again
08. Good Morning, Mrs. Smith
09. Megablast
10. Promenade
11. Nobody Moves Til We Say Go
Alba Lucío