Espero que a Stuck Mojo le fuese mejor en sus otras presentaciones en tierras españolas en Pamplona y Madrid porque, sinceramente, en Barcelona se merecían una mayor respuesta de público, por historia y cualidades.
Ya se sabe que el rap metal no es un estilo que esté de muy de moda en estos momentos pero, poder ver a uno de sus máximos exponentes en directo se antojaba como una propuesta lo suficientemente atractiva como para movilizar a más gente interesada en el estilo.
Sin embargo, la asistencia a la Salamandra de Hospitalet estuvo bajo mínimos. Los motivos pueden ser varios… día laborable, desplazamiento obligado para los residentes en Barcelona, “overbooking” de conciertos, falta de liquidez por la crisis…
Así las cosas, creo que en la instalación nos citamos algunos nostálgicos con ganas de redescubrir en directo la categoría mostrada en estudio por Stuck Mojo en su mejor época. Lo cierto es que asistimos a una revisión revitalizada de un estilo fuera de tiempo.
Ante todo, hay que mencionar el trabajo de su líder, el guitarrista Rich Ward, pura energía durante toda la actuación, llevando el compás rítmico de salto en salto a la vez que manejaba con soltura su instrumento, arremetiendo con sus reconocidos y musculosos riffs. Solo había oportunidad de tomarle alguna foto cuando se dedicaba a extraer los pocos solos (aunque efectivos) que contienen sus canciones.
Completando la formación, Sean Delson (bajista) y Frank Fontsere (batería), que según Rich nació en Barcelona, cumplieron con su trabajo de mantener la dinámica del concierto en continuo estado latente.
Arrancaron pletóricos con dos temas de Rising, “Enemy Territory” y “Trick”, para cambiar a su álbum debut Snappin’ Necks, con “F.O.D.” y de ahí dar un salto en el tiempo para afrontar dos composiciones de Souther Born Killers, álbum perteneciente a su última etapa y publicado en 2007, “That´s When I Burn” y “Metal Is Dead”.
A continuación llegó uno de los temas más esperados y que da nombre a la gira “(here comes) The Moster”; si ya algunos seguidores habían mostrado su capacidad de resistencia para mantener sus cuerpos en constante agitación, aquí fue imposible no botar al ritmo de los contagiosos trallazos, convirtiéndose la zona del público en un “pit” donde cada cual saltaba a sus anchas sin límite de espacio y sin siquiera chocar con los más “alucinados”.
Pero todo era alegría, fiesta y cachondeo y la presentación continuó en un estado de euforia constante, tanto por parte de los músicos como de quienes los escuchábamos. Tanto así que Rich, acabó por reconocer que aunque éramos pocos esa noche, la respuesta del público valía mucho para ellos. Incluso, al reconocer su pésimo español, hizo traducir algunas de sus palabras para que la gente supiera lo agradecidos que estaban del ambiente tan entusiasta que había en la sala.
Tal vez contagiados del ímpetu, continuaron sin seguir el set list tal como estaba previsto en un principio. O se confundieron, o hicieron lo que les vino en gana y, en su positivismo, un tema algo complicado como “Open Season”, lo ejecutaron con seguridad y eficacia.
Luego, al interpretar otro de los temas esperados, “Rising”, Rich recordó su ya lejana visita como invitados de Pantera, añadiendo que uno de sus sueños era volver a Europa y lo había cumplido. Poco después tuvieron la gentileza de agasajar a su tour manager por su cumpleaños, haciéndole salir al escenario para entregarle el pastel de rigor.
Ya en el tramo final, se despacharon con “Southern Pride”, durante el cual Rich metió unos acordes del “Radar Love” de Golden Earring pero desistió de continuar al comprobar que el público no captaba el tema.
“Not Promised Tomorrow” puso el punto final a un concierto vibrante y absolutamente rítmico que mereció mayor respuesta de público y al que solo le faltó “Pigwalk”, tema clásico, descartado de su actual set list por motivos que desconozco.
BLACK SWAN Y LIES
Cuestiones horarias solo me permitieron ver parte de la actuación de los irlandeses Black Swan (sustitutos a última hora de Halcyon Way). Su apuesta por el metal contundente sonó consistente apoyada por un buen sonido.
Les siguieron los franceses Lies, quienes contaron con un guitarrista con recursos, una sólida sección rítmica y un cantante que vocaliza tipo rap sobre un caparazón de metal en el que insertan de vez en cuando samplers que aportan efectos electrónicos varios.
1) Enemy Territory (Rising)
2) Trick (Rising)
3) F.O.D. (Snappin’ Necks)
4) That’s When I Burn (Southern Born Killers)
5) Metal Is Dead (Southern Born Killers)
6) (here comes) The Monster (Pikwalk)
7) Throw The Switch (Rising)
8) Twisted (Pikwalk)
9) Tears (Rising)
10) Open Season (Southern Born Killers)
11) Rising (Rising)
12) Southern Pride (Rising)
13) 2 Minutes Of Death (Snappin’ Necks)
14) Not Promised Tomorrow (Snappin’ Necks)
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