Al noroeste de Mali se encuentra la ciudad de Kidal, de donde procede esta formación. El proyecto está encabezado por Ousmane Ag Mossa y Wonou Walet Sidati, esta última conocida por su participación en Tinariwen. Con ellos comparten influencias y obviamente muchos de los sonidos de la cultura tuareg, pero Tamikrest ya demostró con sus dos primeros discos que su propuesta iba más allá de los populares Tinariwen o Bombino y estaban más en consonancia con gente como Terakaft.
El componente político y social de Chatma es importante, empezando por el título en el dialecto tuareg de la zona, que significa “hermanas” en alusión al papel que las mujeres tuareg han jugado en los numerosos conflictos que ha sufrido el país en los últimos treinta años. El tema que da comienzo, Tisnant a Chatma (el sufrimiento de mis hermanas), es el que sirve de homenaje a esas mujeres. El álbum tiene momentos absolutamente hipnóticos, como en Itous, y otros más pausados, como en Achaka Achail Aynaian Daghchilan y Timtar, pero la tónica general está marcada por la intensidad de temas como Imanin Bas Zihoun o Djanegh Etoumast.
Los sonidos de los tuareg han sido desde hace años bien asimilados por Occidente al tiempo que ellos también recibían la brutal influencia occidental. Tamikrest se manejan con soltura entre ambos frentes, sin olvidar la tradición pero con los sonidos occidentales bien aferrados a su propuesta. Sin duda uno de los discos más interesantes del año en su género.
Texto: Juan Manuel Vilches