Comparada a menudo con Tom Waits, Janis Joplin, Patricia Barber o Rickie Lee Jones la verdad es que Terez Montcalm es dueña de un timbre de voz especial, unas maneras poco habituales y una personalidad apabullante. El pequeño giro hacia un sonido más internacional junto con la inclusión de bastantes versiones fue una fórmula que le dio tan buenos resultados en Voodoo que ahora volvemos a ver esa misma combinación. En el primer grupo —el de temas propios- Le Requin Danse abre el álbum recordando mucho a uno de los mejores trabajos de la québecois: Risque; y Connection es otro de esos momentos en que Michel Cusson muestra su buen gusto a la guitarra en un tema con reminiscencias R&B y el pellizco rockero que Montcalm saca de vez en cuando. Por cierto, que este reputado músico de jazz y compositor de numerosas bandas sonoras es quien le ha vuelto a producir el álbum, en una nueva muestra de los buenos resultados que ambos consiguen trabajando juntos.

Terez Montcalm navega plácidamente entre los registros más pausados y la esencia del rock de los 70, entre la actitud del rock y la suavidad del jazz vocal. Y todo ello se hace más patente en las composiciones propias que, a pesar de ocupar la mitad del minutaje, son las que van a conseguir —al igual que en Voodoo– hacerse con todo el protagonismo. When The Streets Have No Name, de U2, es la concesión pop, ya habitual, en la que poco aporta la canadiense con respecto a la original, más que su increíble voz claro está. Con C’est Magnifique de Cole Porter el álbum adquiere otro tono, más elegante y refinado, muy en la línea de la suavidad de Billie Holiday y el jazz de las big band de Kansas. Para el clásico de Nina Simone, My Baby Just Cares For You, el contrabajo hace el trabajo del piano en la original, en una maniobra ciertamente efectiva. A ella se suma el estupendo trabajo de la guitarra acústica, sobria y sobrada de buen gusto. Con Je N’attendais Que Toi, de Charles Aznavour, recuperamos a la Terez Montcalm de Le Cinéma en ese tono afectado y profundo que tan bien le sienta. I’ll Be Seeing You, del musical Right This Way y popularizada por intérpretes como Frank Sinatra o Billie Holiday, sigue en esa misma línea, con la sola diferencia del idioma.

Rizando el rizo, la canadiense hace una versión de sí misma con el tema Risque, del álbum de 2004 del mismo nombre. Esta vez en un formato más acústico y tranquilo. En este ejercicio de rescate de composiciones de sus primeros trabajos, que pasaron desafortunadamente más desapercibidos que los dos últimos, bien podríamos añadir unas cuantas más a la lista — como la funky Détaché de Tout– porque esta chica tiene un buen puñado de temas muy sobresalientes, a pesar de su interés por las versiones.

Texto: Juan Manuel Vilches