Otra vez teníamos la oportunidad gracias a la madrileña sala gruta 77 de poder ver a unos veteranos como The Peacocks, que llevan haciendo desde su tierra natal, Suiza, una buena mezcla de Psichobilly, punk rock y rockabilly de manera endiabladamente fresca y con energía, algo que sin duda no podíamos perdernos de ver en directo, y vaya, no nos equivocamos, la verdad es que vimos un concierto donde el nivel de excitación y adrenalina provocados elevaba los grados de la sala y nos hacía a todos movernos al ritmo de su música.
Antes de los suizos tuvimos sobre el escenario a los madrileñosLucky Dados que también llevan bastantes tablas sobre sus espaldas desde que se formaron en 1997 y con sonidos muy similares a los anfitriones de la noche , dejándose la piel en cada canción interpretada, donde se podía palpar el sonido del buen rock and roll sucio y macarra, algo que se agradece en unos tiempos donde domina lo politicamente correcto y descafeinado. Gracias al cielo (o mejor al infierno) el underground respira y esta más vivo que nunca, algo que se deduce escuchando canciones como “Dyin”, la rockabilly “Breakaway” o la más sucia “Feeling Wilder”. Un buen aperitivo musical que nos puso en marcha para la degustación del plato principal y recomendados para todos aquellos que os gusten los sonidos de buen rock and roll.
Por fín salieron The Peacocks sobre el escenario con una energía tremenda y conectando con el público desde el primer acorde que los recibía calurosamente. Venían a presentar en directo su nuevo disco “After all” del que sonaron temas como el empapado de las maneras de Social Distortion “Love/Trouble”, una de las composiciones que más me gustan de su nuevo disco, otras más rockabilly como “Primadonnas” o la que dá título a su nuevo trabajo “Afterall” que me traía recuerdos de Johny Cash y es que si uno no puede evitar deshacerse en elogios con sus composiciones, no se puede dejar de hacer lo mismo con la actitud que la banda tiene sobre el escenario donde va descargando el set list sin amenas interrupciones, muy a lo “Ramones” , sonido potente , como un puñetazo en la cara perfectamente compenetrados a nivel musical.
Obvio decir que también sonaron los clásicos que esperábamos escuchar como “Drink Alone”, la chulería de “I don´t care”, otros donde se vé su vena más rockabilly como en el caso de Lucky Dados en “Waiting” sin olvidarse del venenoso “This time” o “Taped girls”. Cerca de dos horas llenas de intensidad y de sudoroso rock and roll que nos hizo una vez más salir con una sonrisa de oreja a oreja de la sala.
Texto y Fotos: Charly Rock and Roll