Artista: The Pinker Tones
Título: Modular
Sello: Outstanding Records
Fecha de publicación: 02 de Junio de 2010
Más información: http://www.thepinkertones.com
Listado de canciones:
Modular
Estirado al sol
Sampleame
Tokyo
Invisible
Con mi cámara — Modular mix
Polos Opuestos
Invaders — Modular mix
Game Boy music
Sabiduría Popular
Viajes
Un día sin números
Pinkerland vibes — Modular mix
Friends
Los catalanes Mr. Furiay el Professor Manso, más conocidos como The Pinker Tones, parecen dispuestos a asentar su música y nombre más allá de nuestras fronteras. De momento ya han logrado el reconocimiento en países tan importantes como Japón y EEUU, pero su ambición viaja en paralelo al talento artístico que atesoran. Y cuando uno se encuentra en ese punto en el que puede meter la mano en el océano del éxito sin miedo a que se la muerda un tiburón, va este dúo y lo hace con el puño cerrado pero con el dedo corazón en estado erecto. Mi más sincera admiración despierta su último álbum, Modular, no tanto por su calidad musical, sino por la declaración de principios que representa.
La fama acomoda, se suele decir. El dinero empapela partes de tu identidad personal. Tópicos. La mayoría coinciden con la realidad, es cierto, pero en ocasiones estos deben ser desmitificados o, de una manera más simplista, actuar como esas excepciones que toda regla debe tener. El dúo barcelonés no se vende, y así lo han dejado patente en su cuarto disco, quedando como reflejo capturado las cincuenta mil copias que se repartieron de forma gratuita a través de las diferentes redes de metro del Estado, o en las letras de canciones como “Sampléame“. Un músico puede ser un artista (porque lamentablemente no todos lo son), un músico debe tener unos objetivos y aspiraciones profesionales (porque no todos los tienen), pero la mayoría se agobian con los temas administrativos y financieros (porque para suerte de los que se autodenominan “Industria” pocos se preocupan realmente por estos temas). Pero un músico no es estúpido, por lo menos una gran parte de ellos, y estos son los que ya se han cansado de que les tomen el pelo. Los varapalos a las Majors son cada vez más constantes y el asunto del presunto fraude por desvío de fondos por parte de la SGAE tampoco ayuda mucho a confiar en un sistema musical/comercial que parece tan vetusto como indignante.
Declaraciones de intenciones a parte, en el terreno musical nos encontramos ante el disco más rico en matices de este grupo, aunque la sencillez en beneficio de la diversión siguen siendo las máximas a las que responden los temas. Si esperas grandes cambios te llevarás un enorme fiasco, porque la fórmula se repite, aunque con ciertos retoques ascendentes. Tal vez sí que descubramos un conjunto de canciones más bailables, o tal vez sean los recuerdos que contrarrestan mi madurez los que me trasladan a las pistas de los vinilos discotequeros de los ochenta que heredé de otros más maduros que yo; aunque con una diferencia importante: The Pinker Tones cuida mucho sus letras.
Raül Ruiz