Philip Lynott, originario de Dublín y cerebro de lo que sería una de las bandas más representativas del rock irlandés, se desmarca en la música profesional en el año 1967. En aquellas fechas milita para formaciones como Black Eagles o Skid Row (nada que ver con los norteamericanos). En esta última se topa con un músico que a sonará al lector: Gary Moore. Pero no fue has su entrada en Orphanage cuando se encontraría con un personaje llamado Brian Downey. Este sobresaliente baterista enseguida congenió con Lynott y fruto de esta amistad nacen en el 69 los Thin Lizzy. La banda, trío en aquellos días, se cierra con Eric Bell. Músico que os puede no sonar pero que bien conocemos los que somos seguidores del cantante Van Morrison, ya que el mástil militó en sus primerizos Them. También se barajo el traerse a otro miembro de Them, el teclista Eric Wrixon, aunque la cosa no cuajó.

Tras grabar un sencillo sin pegada llamado ‘The Farmer‘, Wrixon deja el combo. Pero tras este fallido intento terminará llegando su trabajo homónimo en formato de larga duración, el año era 1971. No despuntaría ni por asomo en los charts, aunque sí lo hace su redondo del 72 Shades Of A Blue Orphanage. Y lo consigue gracias a una folk-rockera versión del clásico popular irlandés ‘Whiskey In The Jar‘. Mientras, y como las cosas no terminan de salir, los tres miembros se meten en un proyecto llamado Funky Junction, junto con el vocalista Benny White y el teclado de Dave Lennox, para sacar un disco en homenaje a Deep Purple. El álbum se titula Play A Tribute To Deep Purple y contiene genialidades como ‘Hush‘, ‘Speed King‘, ‘Strange Kind Of Woman‘ o ‘Fireball‘. También se habla de unas sesiones en tándem Ritchie Blackmore/Phil Lynott bajo el nombre de Baby Face; pero los resultados no gustan y se desecha la idea.

Aunque en un principio los Lizzy eran la banda de Eric Bell, ya que se le ocurrió la idea y demás, para 1973 (fecha de publicación del Vagabonds Of The Western World) Lynott era el que tenía el control. Eric decide retirarse del proyecto. Entra entonces un hombre que está unido inevitablemente a la historia de los Thin Lizzy, me estoy refiriendo al ya citado en el inicio de este artículo Gary Moore. Pero la banda consigue su sonido más característico con la llegada de Brian “Robbo” Robertson y Scott Gorham (el yanqui de la familia). Con ellos nacen Nightlife y Fighting, su primera gira por los Estados Unidos de teloneros de Bob Seger.

En facto, el pelotazo definitivo llega en el 76 con su Jailbreak. Trabajo lleno de grandes tonadas entre las que resaltaba todo un himno y tema que representaría a la formación a través de los años: ‘The Boys Are Back In Town‘. Pero tras su siguiente Johnny The Fox surgen los problemas. Robbo se hace un corte en la mano en una pelea de bar y los médicos le diagnostican un futuro muy negro: no podría volver a tocar —cosa que luego se comprobó que no era cierta—. En esos momentos se vuelve a llamar a Gary Moore para salir de gira en el Queen Lizzy Tour (bolos estadounidenses con los miembros de Queen).

Tras ello, Phil, Brian y Scott se ponen a trabajar en lo que será una de sus grandes hazañas, su impresionante Bad Reputation (1977). Y en el 78, con un Robertson completamente recuperado, publican su directo Live and Dangerous, LP representativo de lo que debe ser un álbum grabado sobre las tablas. Tras esto, Robbo se monta un proyecto con Jimmy Bain al que ponen por título Wild Horses. Así que los Thin Lizzy necesitan del mástil de Moore nuevamente, aunque ahora para rematar su Black Rose: A Rock Legend. Es curioso, ya que en este trabajo nos topamos con una tonada llamada ‘I Got To Give It Up‘, que no es otra cosa que un grito de ayuda de un hombre que está metido hasta el cuello en el mundo de las drogas.

Y llega el momento de buscar aires nuevos para Phil, así que no duda en sacar un disco en solitario, Solo In Soho (seguido dos años después, en el 72, por The Philip Lynott Album), o colaborar en los plásticos de gente como Terry Woods o Jakson Spires. Pero en el 80 llega Chinatown y con él dos nuevos miembros: Snowy White y Darren Wharton. El primero será presentado como nuevo guitarra para cerrar la pareja con Gorham, mientras el segundo quedará como el miembro fantasma al que no presentarán hasta su Thunder & Lightning. Con Snowy graban el poderoso y digno de reivindicar Renegade, y ya con la entrada de John Sykes cierran su discografía en estudio con el Thunder & Lightning (en el que ya se puede ver en las fotos a Wharton). No será hasta el 1983 cuando se reúna toda la familia Lizzy en un emotivo directo que se publica bajo el simple nombre de Life-Live.

Cuando los Thin Lizzy desaparecen, Lynott se embarca en pequeños proyectos: The Three Musketeers, The Resistors, The Rockers. También colabora en el Run For Cover de su amigo Gary Moore (ya había estado en su vinilo Back On The Streets)… hasta llegar a los definitivos Grand Slam. Con ellos empezaba a ver un nuevo horizonte, lugar al que no llegó pues su lucha contra las drogas finaliza, y él perdió el combate.

En cuanto a su discografía, esta claro que como en toda agrupación con enjundia siempre hay discos mejores y peores, pero si te gusta la banda es recomendable hacerse con todas sus obras. Su evolución es increíble y Lynott siempre ha dado unos toques de calidad muy especiales a todos sus redondos. Aquí adjunto el listado de álbumes oficiales editados con Philip en vida:

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Sergio Guillén