Esta banda californiana planteaba desde sus inicios una mezcla cuanto menos curiosa: blues, folk, algo de jazz o neoclásica y todo ello desde el enfoque de la música de cámara. Su peculiar propuesta siempre ha llamado la atención de otros músicos e incluso han contado con la colaboración en sus discos de gente como Tom Waits, Willie Nelson o Mike Patton. Aunque hasta ahora su producción ha sido mayoritariamente instrumental, en este nuevo disco se cambian las tornas, dando una nueva dimensión a su sonido.

Los instrumentos habituales (acordeón, clarinete, guitarra y violín) adquieren aquí un carácter quizá menos oscuro y quejumbroso para embarcarse en una aventura más dinámica y experimental que antes, mientras Carla Kihlstedt pone voz a los poemas del dramaturgo y escritor estadounidense E.E. Cummings, que encuentra en la música de Tin Hat el vehículo perfecto para sus vanguardistas textos. Los recursos que despliega la señorita Kihlstedt a lo largo de los diecisiete temas son numerosos: desde la media voz de la inicial A Cloud On a Leaf hasta los susurros y la ensoñación que imprime en Sweet Spring o So Shy Shy Shy. A pesar de su larga duración -más de una hora- el álbum es una auténtica delicia, con un extraño ambiente de cuento, y que está lleno de detalles, sensibilidad e intensidad.

La unión de una instrumentación clásica con el uso de conceptos contemporáneos hace de The Rain Is a Handsome Animal un trabajo que puede parecer a primera vista algo complicado de dirigir, pero nada más lejos. Este disco trae cosas nuevas para muchos oídos sin duda, pero no se precisa un conocimiento ni experiencia previa para degustarlo y disfrutarlo como merece. Y ese es seguramente su mayor acierto.

Texto: Juan Manuel Vilches