Porco Bravo se formaron en 2004 en Barakaldo y aunque han sufrido varios cambios hasta su definitiva formación, el resultado es el mismo puro Rock en estado salvaje y macarra no apto para menores. Empezaron el concierto con el tema que abre su último disco “El desafío” a modo de intro, como dato curioso comentar que se asemeja tanto al Age of Pamparius de Turbonegro, que algún despistado que llegó tarde al concierto pensó que ya iban a empezar los noruegos.
Alternaron temas de sus anteriores discos con los de su último trabajo y se sintieron muy arropados por parte de una sala a medio llenar aún pero que respondía perfectamente, sobre todo en las primeras filas. La gente coreaba casi todos los temas al dedillo como fue el caso de “El cazador” donde el cantante se puso una careta de jabalí, “Corre”, con un sonido muy Misfits, “No sé” o “Lemmy” claramente un guiño al frontman de los clásicos Motorhead dejando así constancia de sus influencias.
Su cantante Manu “Gallego” estuvo prácticamente la mitad del concierto bailando y creando pogos entre el público e incluso haciendo agachar a la sala en varias ocasiones. Momento estelar cuando se pegó con grapas un periódico en su pecho y le prendió fuego en “Se quema”, el público ya estaba desatado presenciando el espectáculo y viendo como a “Gallego” le sangraba el torso y lanzaba grapas mientras se tiraba al suelo cantando.
Un poco más tarde, casi terminando el concierto, con la sala ya casi llena y como colofón final, lanzó una tabla de surf al público llevándole de mano en mano hasta el final de la sala surfeando a la par que cantando. Particularmente nunca les había oído y me sorprendieron gratamente, una banda que no se la puede tachar precisamente de primeriza y sin tablas. Directo con dosis de autodestrucción y actitud punk con grandes letras, mucho ritmo, mucha fuerza, provocando sin descanso y con el frontman más animal que he visto últimamente.
En definitiva unos teloneros de nivel que dejaron bien caldeado el ambiente para el resto de la noche en la que se dejaron ver algunos personajes de la farándula metalera madrileña y que quedaron boquiabiertos con el show al igual que el resto de asistentes.
Aunque el cambio entre grupo y grupo tardó mucho finalmente la espera mereció la pena por lo que veríamos después. Con la sala prácticamente llena y el ambiente impaciente a más no poder salieron Turbonegro directos a llevarse nuestras almas con su enérgico y cálido directo. Su estilo es una particular mezcla de glam rock, punk y hard-rock noruego sin concesiones que van de la mano de otros grupos europeos de ese estilo como: Hellacopters, Gluecifer, Backyard Babies o los canadienses Danko Jones, y es que si hablamos de sus influencias y referentes tanto musicales como por estética podríamos citar desde The Stooges, AC/DC, Ramones, Alice Cooper, Kiss…
Hacía mucho que no venían a visitar Madrid, y desde luego vinieron con muchas ganas y fuerza. Lo hicieron a través de las giras que la organización del Resurrection Fest está haciendo para las bandas que participaron en su última edición. Mucha expectación acerca del cantante nuevo Duke of Nothing que sustituye desde el 2011 al excéntrico y clásico Hank Von Helvete, rápidamente pudimos comprobar que su arrojado estilo y estética está perfectamente a la altura de las circunstancias. Vestidos y caracterizados con atuendos de marineros, granjeros salidos de sur de EE.UU y algunos maquillados al más puro estilo glam comenzaron con “Back to the Dungaree high”. En cuánto empezó el tema con la batería el público ya se vino arriba.
Siguieron con temas de sus últimos trabajos como “You give me worms” hasta que llegamos al clásico “All my friends are dead” tema en el que la sala se entregó completamente al igual que con “Are you ready for some darkness”. Siguieron con “Mister sister” también muy coreada con un estribillo muy pegadizo. Por supuesto hubo también tiempo para clásicos obligados de tocar como “Sailorman”, “Rock against ass” o “Sell your body”. Después de tanta energía “Fuck the world” concedió un descanso con este himno de medio tiempo pero rápidamente volvieron a la carga con tres autenticas bombas sónicas como “Get it on”, “Age of pamparius” y “Rendezvous”.
Sorprendieron con un medley que hicieron de temas míticos del rock de los 80 y 90 a modo de presentación de los miembros del grupo. Empezando con “Smells like teen spirit” de Nirvana, “Enter sandman” de Metallica y “Money for nothing” de Dire straits pero llevándose la versión a su terreno más acelerado marca de la casa. Acto seguido el bajista y el cantante, ambos increíblemente entregados y graciosos, se ganaron al público del todo con un guiño a canciones españolas con “La cocaína” cantada como si fuera la tradicional “La Macarena”. Ya se acercaba el final concierto y lo hicieron con un Wall of death en la canción “I got erection” separando a los asistentes en dos bandos, mientras unos hacían los coros propios del tema otros gritaban “I got erection!!!” para terminar chocándose los dos bandos como si fuera una guerra medieval.
Directo demoledor y sin concesiones, espectáculo puro. Sin duda alguna la palabra y el concepto definitorio de la noche fue actitud rock’n’roll festiva y diversión antes que virtuosismo elegancia o estética. Todos sabíamos a lo que veníamos y el que esperase otra cosa estaba en el lugar equivocado.
Set-list:
Back to the dungaree high
Hello there
You give me worms
All my friend are dead
Dude without a face
Are you ready for some darkness
Mister sister
Wasted again
Sailorman
Blow me
Rock against ass
Sell your body
TNA the nihilistic army
Fuck the world
Get it on
Age of pamparius
Rendezvous
Medley money for nothing, nirvana, metallica
Erection