— Ha pasado medio año de la grabación de Waterspot (Subterfuge), ¿cómo ves el disco con ese tiempo en medio?
— Raro, lo ves con una distancia en la que ves los errores y la ilusión se diluye un poco. Ni ha pasado mucho tiempo ni acaba de salir del horno. Te planteas con la banda qué hacer, si llevarlo todo al directo o no… es una parte jodida.
— ¿Qué notas entonces?
— Siempre ando dando vueltas pensando en qué podríamos haber hecho diferente, y este se grabó a 2 ó 3 tomas por canción, muy rápido e íbamos justos de ensayos, fue muy improvisado.
— Jimmy, en la entrevista que hicimos por el primer EP me dijiste lo mismo.
— Lo mismo, sí es que me pasa lo mismo. Lo que pasa que el EP al final resultó ser más un juego y este es más en serio al hacerlo con mis amigos. Es lo mismo que tenía el otro pero sin reposar aún.
— Juandi, Brian, tú… sois ratones de estudio, no deja de sorprenderme tanta improvisación.
— Quizás por salir de lo que hacemos siempre, Héctor es el que menos aunque haga también mil cosas. Esto es para pasárnoslo bien, y por eso es otra cosa. Es nuestro primer disco, bien, pero sé que podemos crecer mucho. Porque es bastante fácil currar con ellos, compartimos siempre la misma opinión y nacen temas muy rápido.
— Pues para darle tantas vueltas a la cabeza habéis firmado un disco redondo, con temazos como Hooray For Liars, la Radiohead Centaur, Cake o Hands of Wasted Man… más centrado que el EP…
— ¿En serio? Pues el siguiente va a ser mejor -sonríe-. Es curioso porque hay canciones que nacieron previas al EP y no he variado la forma de componer. Quizás lo que te dije, porque suena más a banda.
— ¿Y que cada vez te alejes más de ese lo-fi donde te han metido?
— A ver, nunca he querido sonar mal, simplemente las herramientas las veo como recursos y si uso una capa de ruido en vez de un bajo, no estoy queriendo sonar lo-fi sino jugar con ese sonido. Todo suena más tocado, cambia la película, por eso tienes razón. No nos hemos enrevesado tanto. Si no lo hubiéramos grabado en directo ya te digo que se nos hubiera ido el panchito.
— ¿Cuándo lo vas a presentar?
— Espero a tener tiempo, a que los amigos -Sidonie- y la señorita -Anni B. Sweet- acaben gira y ponernos a trabajar — suelta una carcajada-. En serio, haremos algo ahora, pero en enero nos pondremos.
— Tío, ¿no crees que a veces hay que pararse a pensar?
— Lo hice hace un año, estaba en siete grupos y me salí, dejé la mayoría y me centré en esto. Es como cualquiera, tienes tu trabajo y en tu tiempo libre haces lo que quieres. Vives de la música pero no de tú música.
— Le das mucho a la cabeza, ¿en la vida haces igual?
— Pues creo que no, para nada, más bien al revés. Intento liberarme bastante de cualquier problema, relativizarlo.
— Y aparte… ¿qué haces?
— Hicimos un proyecto muy comprometido en Gijón con Alfaro, Templeton… para El Robo, a ver si sale. Creo que es lo que puedo aportar hoy en día, ser más activo políticamente, y que se den a conocer estas cosas que se hacen pero no llegan.