Sí amigos, si creisteis que Club de Música iba a centrarse tan solo en el panorama festivalero patrio, estabais muy equivocados. Este verano se celebraba el vigésimo aniversario de Lollapalooza, y ante tal evento no nos íbamos a quedar cruzados de brazos. No sin una gran ilusión ante tal acontecimiento, nos decidimos a cruzar el Atlántico y plantarnos en la ciudad del viento con gran expectación para contemplar el evento que Perry Farrell lleva a cabo con su “Lolla”. Con gran ilusión, nos lanzamos a disfrutar del mismo en Grant Park (Chicago), lugar por el que el que la Organización se ha parecido decantar a asentarlo tras deambular por distintos lugares de EE UU. Damos fe de que fue un gran acierto.
De entrada cabe destacar la implicación de una ciudad a un evento de esta magnitud, desde la alcaldía hasta el último voluntario, puesto que no ha habido lugar a la improvisación y todo estuvo perfectamente organizado.
En cifras Lollapalooza nos invita a disfrutar de mas de 150 bandas, 8 escenarios, 900.000 m2 de superficie para una afluencia de mas de 90.000 asistentes por día. En ningún momento se notó un exceso de público y las típicas colas para “repostar”, comer o acudir al baño eran apenas inexistentes puesto que la abundancia de barras y baños era mas que notable. En definitiva una apuesta por la comodidad y disfrute del público que en realidad es de lo que se trata.
En lo méramente musical, y pese a algún contratiempo en la primera jornada respecto de los horarios de las bandas que hicieron no poder ver ante el público americano a The Vaccines y The Kills presentando su “Blood Pressures” (nota para novatos. Los festivales comienzan de 11:00 am hasta el cierre a las 10:00 pm), nos plantamos en el escenario Music Unlimited y observar a unos entregados White Lies con un sol de justicia a las 4 de la tarde ante 10000 espectadores que nos preguntaban de dónde eran y cuantos discos tenían. De una cosa estamos seguros y es que la música foránea no entra con tanta facilidad en los mercados americanos, y eso lo hemos observado durante todo el festival.
Desde la carpa “Perry’s” podíamos observar como se amontonaba bastante público para asistir al concierto de Two Door Cinema Club. Los de Irlanda del Norte con esas caras de no haber roto nunca un plato pusieron con su “What You Know” al personal que en ese instante estaba por los alrededores del escenario Sony a sus pies y presentarse como una de las apuestas del “Viejo Continente” mas serias del festival. Mientras tanto y en un horario totalmente inusual para un europeo (y no decir para un español) The Bloody Bedroots daba buena cuenta a las 6 de la tarde del personal haciendo que en una carpa con unas 5000 personas no entrara un alfiler. El dúo italiano quiso dejar bien claro que en esto de organizar un “sarao” no son unos cualquieras y nos tuvieron enganchados hasta el final.
Con ganas de ver a Bright Eyes en el escenario Bud Light, pero con los pies doloridos de estar con los “Bloody” y no excesivas ganas de andar los casi 2 kilómetros que separan los 2 grandes escenarios de Lollapalooza, nos decidimos a observar tranquilamente A Perfect Circle. Claramente sus mejores momentos pasaron hace 10 años, y no llamaron excesivamente la atención pese a ser una de nuestras grandes apuestas para este “Lolla”. Sin embargo, había un grupo que no por no haberlo visto ya varias veces por festivales en España no deja de gustarnos. Crystal Castles nos hacía albergar dudas de cómo el público americano reaccionaría ante la puesta en escena de Alice Glass, resultado, apoteósico. “Faintinf Spells” hacía que aquellos que estábamos un poco aletargados, nos entregáramos a su locura en el escenario Sony bajo el skyline de Chicago que resultaba perfecto. No faltaron “Baptism” ni “Crimewave” y durante una hora no dieron lugar al descanso ante la locura desatada de un público estupefacto ante el espectáculo que estaban montando los de Ontario.
La jornada terminaba con Coldplay, de los que ya tuvimos el gusto de disfrutarlos en el pasado BBK Live, pero como ya teníamos planeado acudir a contemplar a Muse nos dirigimos hacia el escenario con lo que aparentemente parecía la mayoría del público del festival. No defraudaron y plantearon todo su repertorio durante cerca de 2 horas. Con algunos guiños a “Showbiz” y a “Origin of Simmetry” en su décimo aniversario, el concierto se centró básicamente en “The Resistance” y en sus 2 anteriores trabajos. Mención especial se llevó “United States of Eurasia”, “Uprising”, “Resistance” y nuestra debilidad “Starlight”. Claramente sabían de la gran expectación que generaban, y pese a una puesta en escena algo espartana para lo que nos tienen habituados, presentaron un concierto de Rock sinfónico al que no se está tan acostumbrado por aquellos lares.
En esto, que con ánimos renovados nos aventuramos a un segundo día soleado en Grant Park comenzando la jornada con la apuesta definitiva en nuestra opinión del festival. Friendly Fires de los que apenas teníamos referencias en directo nos dejaron estupefactos ante tal conexión con el público congregado a las 2 de la tarde en su escenario. Por momentos podrían recordar a otro grupo Indie con toques electrónicos mas, pero no, apabullantes, correctos y con un directo en lo vocal y musical correctísimo, nos permiten decir que posiblemente se encontraron entre lo mejor de Lollapalooza. La selección de canciones para cerrar su concierto “Hawaiian Air”, “Paris” y “Kiss of Life” pusieron el listón muy alto para el resto de bandas del día. Recomendación absoluta para organizadores de festivales en España.
Tras un comienzo vibrante, prosigue el día con Black Lips. No somos sospechosos respecto del Garage-Rock, pero uno tenía la sensación de que la banda iba de “sobrada”. Sin conexión con el público, con un sonido deplorable y dando las gracias de no haber sacrificado otro concierto por ver al cuarteto nos dirigimos a otro escenario y observar alguna banda en escenarios más acogedores, y acertamos. En el coqueto escenario Google+ nos encontramos con DOM una pequeña banda de Massachusetts fresca y divertida. Probablemente no será una banda de masas, pero les bastó con tocar la alegre “Bochicha” y meterse al público en el bolsillo hasta acabar con un “Boy’s don’t cry” que hizo las delicias de jóvenes y no tan jóvenes reunidos allí.
Deftones generaba dudas sobre como iba a ser su regreso tras 4 años de ausencia hasta su esperado “Diamond Skies”. No hay duda, los californianos pusieron la primera piedra de rock sin concesiones. En un escenario que a todas luces se hizo insuficiente para ellos, Chino Moreno, Carpenter y compañía dejaron para el final “Changes” y “7 Words” recordando al personal que quien tuvo retuvo en este caso, y que el paso del tiempo no les ha quitado nada de dureza en su directo.
Tras un breve descanso, nos apresuramos a ver la propuesta de Cee-Lo Green (Thomas DeCarlo). Tras numerosas colaboraciones con otros grupos, e incluso su proyecto Gnarls Barkley junto con Danger Mouse produciendo el archiconocido “Crazy”, Cee-Lo nos propone un espectáculo de nuevo soul aunque con una puesta en escena de lo mas extraña, pareciendo aquello una mezcla de Kiss y las chicas de Robert Palmer. Buena voz, buen directo y un estilismo con un gusto mas que dudoso y digno de Eurovisión.
Escenario realmente pequeño para una gran Lykke Li que respondió contundentemente a las expectativas generadas, haciendo cantar y bailar hasta los niños más pequeños .”Youth knows no pain” y “Get Some” como colofón a su actuación nos dejaron con ganas de mucho mas, aunque lo mejor estaba por venir… My Morning Jacket comenzaban en uno de los 2 escenarios principales con poca expectación para nuestra sorpresa, pero con un directo arrollador. La banda de Lousville no necesitó de una puesta en escena extraordinaria para realizar un concierto a la altura de su brillante carrera. Claramente es nuestra apuesta para ser cabeza de cartel en algún festival patrio, no se equivocará el que apueste por ellos. Sin finalizar el concierto, nos apresuramos al extremo opuesto de “Lolla”, ya que la apuesta clara de la organización y el público en ese día estaba ya subido al escenario. Eminem ya tenía a 50000 almas rendidas a todo aquello que planteaba. Concierto de 2 horas plano, enlatado, programado y sin sorpresas cuyo punto álgido llegó con “Love the way you lie” (afortunadamente sin Rihanna). A falta de 15 minutos para el final del mismo, comenzó lo realmente bueno enlazando “My name is”, “The real slim Shaddy”, “Without me”, “Not afraid” y “Loose Yourself” dejándonos un estupendo sabor de boca para lo que hasta el momento habíamos presenciado.
Ingrato horario para Imelda May en el comienzo del tercer día de “Lolla”, bajo un sol abrasador y con poca afluencia supo ganarse al respetable con calidad y picardía a raudales al ritmo rockabilly que marcaba. The Pains of Being Pure at Heart aparecían en escenario a continuación de Ryan Bingham que finalizaban en el escenario opuesto con bastantes problemas de sonido al comienzo de su concierto (hasta el momento el único problema por parte de la organización). Recnozco que pensaba que los “Pains” era un grupo mas de recintos pequeños, pero se empeñaron en enseñarnos que ya tienen las suficientes tablas como para enfrentarse a un “sarao” como este. Agradable concierto de noise-pop, dream-pop, o como queramos definirlos. A mediatarde y ya con el cuerpo para pocas concesiones nos acercamos a ver otra de las grandes sorpresas de “Lollapalooza”, City and Colour hacían acto de presencia. El proyecto en paralelo de Dallas Green es contundente, no se le puede poner un pero a una propuesta dulce, ligera, melancólica y nostálgica a la vez. Si se tiene oportunidad de verlo no deberiamos desperdiciarla.
A estas alturas del día tan solo quedaban 3 platos fuertes y comenzamos con el primero de ellos. Negros nubarrones aparecían por el norte de Chicago justo en el momento en que Artic Monkeys iban a aparecer en escenario. Con algo de retraso sobre el horario previsto y una vez amainada la tormenta, sobre un suelo que recordaba a un festival de los grandes con agua y barro hasta los tobillos, aparecía Alex Turner y su banda interpretando “She’s Thunderstorm”, ¿guiño? ¿casualidad? el caso es que daba igual porque el público se entregó claramente al cuarteto de Sheffield pese a que aquello ya no era un concierto sino una fiesta en la que todos nos sentíamos como niños chapoteando a ritmo de unos semiadolescentes.
Explosions in the Sky comenzaban al otro extremo del festival, y los pies ya no daban para mucho mas, rabia porque había realmente ganas de verlos, pero había que reservar la poca energía que se tuviese para el plato gordo y fuerte del día.
“Bridge Burning” fue al igual que en el Palacio de los Deportes en Madrid un mes antes la elegida para abrir el show que Dave Grohl eligió para que sus Foo Fighters reventaran el 20 aniversario de Lollapalooza, y vaya si lo hicieron. Con algo de sorna hacia Artic Monkeys por realizar un concierto cortito y dando gracias a la tormenta caída antes de su espectáculo prosiguió con “Rope” hasta que cayó la segunda tormenta del día. Diluvio universal en la explanada de Grant Park que no hizo mas que animar al personal porque los Foo contraatacaban con “The Pretender” bajo una lluvia torrencial. Descalzos, empapados hasta los huesos seguimos a Dave Grohlm cual Mesías, éste a su vez no hacía más que encender al público canción tras canción hasta proclamar a su banda como la mejor banda de ROCK con mayúsculas. Con el público entregado no hacía más que decir que su música no necesitaba de ningún truco electrónico, claro “ataque” a Muse que hasta el momento era la banda que mas público había congregado. “Walk”, “Young man blues”, “Best of you”, “Skin and bones” y “Everlong” con un invitado sorpresa Perry Farrell se unía a la catarsis que los Foo Fighters organizaron en Chicago la noche en que Lollapalooza cumplía 20 años. Desde Club de Música les deseamos otros 20 años mas y que podamos verlos.
texto: Jorge Atalaya Reyes
La 53ª edición del icónico festival danés sin ánimo de lucro se celebrará del 28…
Aún no hemos empezado con los rankings del 2024, pero si hay algo que tenemos…
El Azkena Rock Festival (ARF) ha anunciado hoy los primeros nombres de su 23ª edición,…
Reinventarnos en cada disco ha sido nuestro mayor desafío Sólo hay que mentar a Doctor…
La iniciativa SOM VALÈNCIA está en marcha y ha revelado la programación de conciertos que…
El concepto, filosofía, visión y propósito del LEV (Laboratorio de Electrónica Visual) es, probablemente, nuestro…
View Comments