Vanden Plas — “Seraphic Clockwork” (2010)

Artista: Vanden Plas
Disco: Seraphic Clockwork
Sello: Frontiers Records.
Fecha de publicación: 4 junio 2010
Más información: www.frontierrecords.com
Valoracion: 8,5/10
Listado de canciones:
01. Frequency
02. Holes In The Sky
03. Scar Of An Angel
04. Sound Of Blood
05. The Final Murder
06. Quicksilver
07. Rush Of Silence
08. On My Way To Jerusalem
09. Eleyson (bonus)

Duración total: 72′31”

De nuevo nos encontramos ante un álbum conceptual ideado por la dupla Kuntz/Werno, cuya historia gira en torno a un viaje en el tiempo: el protagonista es un maestro relojero que habita en la Roma del Siglo XVI, hasta que se ve trasladado al Jerusalén del año 33, a causa de una profecía del Antiguo Testamento.

Los alemanes Vanden Plas siempre me parecieron una de esas grandes bandas con un puntito de mala suerte. Buenos álbumes, claridad de ideas, pero sin el respaldo del gran público, como a la mayoría de las principales bandas de metal progresivo europeas. Cuando ocurre esto, suelen venir asociadas también una de las dos situaciones siguientes: o te estancas, repitiendo esquemas una y otra vez en tus cada vez más espaciados discos, hasta desaparecer del mapa; o le pones aun más empeño y te reinventas a cada entrega, independientemente del éxito que puedas llegar a cosechar.

Y este último caso es el de Vanden Plas, pero sin aparcar completamente el estilo al que son fieles desde hace mucho tiempo. Tesón, ganas, actitud y mucha calidad. Para mí hace tiempo que alcanzaron la primera división, aunque jamás se les reconozca. Quizá este no sea su mejor disco, o al menos no va a ser el más laureado (de hecho el anterior Christ O sorprendió mucho más), pues estilísticamente recuerdan a ciertas bandas omnipresentes en el ideario común, pero desde luego compositiva e interpretativamente rinden a un nivel sobresaliente. Los pasajes instrumentales son más extensos, con mayor desarrollo individual de sus componentes, destacando la participación de los teclados y secciones orquestales menores, que ponen el lazo dorado al producto final. Y todo ello sin perder el horizonte metálico que les caracteriza, siendo capaces de encandilar tanto a heavys clásicos, como a los amantes de estructuras más trabajadas y cambios de ritmo con sentido. Es por esto que sigo sin explicarme el por qué de su ostracismo mediático.

Seraphic Clockwork ante todo está muy bien estructurado. No baja de revoluciones en ningún momento, y no sé cual es mayor virtud: si el hecho de que entra bien a la primera escucha, o que precisamente supera repetidas audiciones, sin llegar cansarte. La producción está cuidada al máximo, y en la mezcla se han asegurado que cada instrumento llega de manera independiente, muy limpia, y sin resquicios entre ellos.

Y entrando en el disco en si mismo, hay que decir que se me hace muy difícil destacar un tema sobre otro. Quizás la inmediatez de la inicial ‘Frequency’ es de lo mejorcito. La voz de Andy impecable, pero es que la labor de teclados y guitarra, a cargo de Günter Werno y Stephan Lilly, respectivamente, hacen de este tema uno de los imprescindibles. Hablar de Andy Kuntz es hablar de un vocalista que merece estar entre los grandes del metal por derecho propio, por lo que destacar su participación en cada tema se convierte en una obviedad. ‘Holes In The Sky’ se podría denominar como medio tiempo de alto voltaje, con ecos del ‘Pull Me Under’. ¿Reminiscencia de Dream Theater? Dalo por seguro, pero hay una gran diferencia entre compartir estilo y copiar descaradamente. Y Vanden Plas demuestran que son grandes compositores, a diferencia de otros grupos que quieren y no pueden. La emotiva ‘Scar Of An Angel’ demuestra que no solo de contundentes riffs saben vivir, y el final del disco con ‘Rush Of Silence’ (pura onda ‘Scenes From A Memory’) y sobre todo ese doctorado que supone ‘On My Way To Jerusalen’, hacen de este Seraphic Clockwork un disco obligado para todos los amantes del metal progresivo.

La inclusión del bonus ‘Eleyson’, ajena al concepto del álbum, intimista y alejada del concepto metálico para acercarse más al neoprogresivo, simulando el directo, supone el regalo perfecto del digipack, con una labor de teclado y cuerda de inspiración oriental muy destacada, aunque cada vez menos sorprendente dada la cantidad de bandas que se aferran a este recurso.

Más información: Página oficial de Vanden Plas