Artista: Wiggum
Título: La Guerra Mundial
Sello: El Genio Equivocado
Fecha de publicación: 2013
Más información: http://somoswiggum.bandcamp.com

El día de tu muerte
Amarillo
El Caminar
Laureles
Naufragio
Eterna Juventud
La guerra mundial
Camino al Edén
Dulce niña blanca

Cinco años han pasado ya desde los inicios de esta formación, a finales de 2009, momento en el que Julio Salvador y Halldór Már decidieron crear alianza para embarcarse en un nuevo proyecto con un objetivo tan lícito como complicado: poder vivir de la música. Desde entonces, algunos cambios de integrantes, muchos conciertos y un par de discos.

Concretamente, esta última publicación, La Guerra Mundial, es el segundo trabajo discográfico de la formación catalana. Un disco que se solapa con la lamentable noticia de que Julio Salvador ya no forma parte del grupo. Tal vez fiel a la máxima que él y Halldór se habían fijado en un inicio, Julio no creyó más tiempo en un proyecto que, pese a su indiscutible calidad, no ha podido luchar contra los elementos negativos de la industria cultural; dejando así una estela que encuentra en 2013 el doble momento de un nuevo disco y un drástico abandono.

En el terreno estrictamente musical, el último trabajo de la banda supone una digna despedida a la mitad del binomio responsable de Wiggum. Si bien en su anterior trabajo, Sintón Nisón Ama a Nifú Nifá (El Genio Equivocado, 2011), la banda apostaba por un pop con reminiscencias más sesenteras, en este se decanta por una producción mucho más actual y acorde al indie-pop procedente del sur de la península y que tanto gusta en el estado español. Canciones cómo “Laureles“, “Amarillo” o “Eterna Juventud” son solo algunas muestras de las excelencias que ofrece un trabajo redondo.

Producido por Marco Morgionne (Linn Youki), el disco ofrece nueve temas que esquivan el relleno y cuyas composiciones musicales conjugan en sentido exponencial con unas letras inteligentes. El único pero que le podemos achacar al disco es que a uno le queden unas incontrolables ganas de más al dejar de sonar “Dulce Niña Blanca“.