Una vez más, Dave Meniketti volvió a poner los pelos como escarpias al respetable, demostrándonos todo el sentimiento que es capaz de sacar a seis cuerdas, y una voz de las más infravaloradas, pero en unas condiciones extraordinarias.
Pero antes, abrió fuego la banda del ex-Dokken, Mr. George Lynch, aprovechando para presentarnos su último trabajo, “Smoke And Mirrors”, acompañado de Oni Logan a las voces, y una impresionante base rítmica, de la mano del bajista Michael Debin, y el asombrosamente bueno batería Brian Tichy, hombre que ha trabajado con la creme de la creme, entre los que se encuentra Ozzy Osbourne o Foreigner, por citar a dos que han contado con sus servicios.
A nivel técnico, actuación de sobresaliente. Lynch está en una forma envidiable, y como he escrito más arriba, tenía las espaldas cubiertas por una maquinaria perfecta. Eso sí. Al menos para el que esto escribe, quizás por el desconocimiento de parte de su discografía, llegaba un momento que se me hacía pesado tanto solo por aquí y por allá, y no conseguía conectar demasiado con muchos de los temas. Aunque cuando echó mano de dos de los clásicos de su antigua banda, como son “Into The Fire” y “Tooth And Nail”, que sonaron a cañón, fui parte de la multitud que se volvió loca. La actuación fue perfecta, tocando casi hora y media, lo cual no está nada mal, aunque disfruté mucho más con el segundo plato.
Y es que, lo de Meniketti es digno de verse y de escucharse. Este hombre es Dios. Así de claro. Es indescriptible cómo suenan unos temas que te han acompañado durante la adolescencia, y forman parte de la banda sonora de tu vida, como son “Black Tiger”, “I Believe In You”, dando en ésta una lección de profesionalidad con mayúsculas, resistiendo el marrón de rompérsele una cuerda, y saliendo más que airoso del solo de guitarra como un campeón, “Forever”, “Lispstick And Leather” y muchos más himnos, tocados a la perfección tanto por el líder de la banda, como por John Nymann, que se ha ganado con creces su puesto, y el cariño de los fans de la banda, el batería Mike Vanderhule, y el nuevo bajista, Brad Lang, sustituyendo a Kennemore, el cual esperamos que salga del maltito cáncer contra el que está luchando. Uno de los momentos más emotivos del show, fue cuando Meniketti dedicó a su compañero de fatigas, la preciosa “If You Want Me”, de su magnífico último disco, “Facemelter”. Disco en el que la banda confía al 100%, como así lo demuestra el que se tocasen 4 temas más, como fueron “On With The Show”, con la intro, al igual que en el disco, “Shine On”, “Blind Patriot” y la que ya es todo un himno, “I’m Comming Home”. En el bis cayó un maravilloso “Winds Of Change” interpretado por Meniketti y Nymann que estremeció a más de uno de los allí presentes, como también lo hizo ese “Rescue Me”.
Meniketti estuvo pletórico a las voces, quizás de las cuatro ocasiones en que le he visto, en ésta es en la que mejor ha cantado. Es increíble lo de este hombre. De los de su quinta, es de los pocos que todavía conserva unas facultades vocales increíbles, y la guitarra, bueno. El sentimiento, el gusto a la hora de meter melodías, es algo que no se puede explicar. Eso hay que verlo. Solo se echó en falta a Kennemore, pero estoy seguro que él estaría orgulloso de lo que se vio ayer.
Grandiosos.