El occidente africano es conocido habitualmente como el África negra, por su mayor arraigo a las antiguas tradiciones autóctonas y en contraposición a la zona oriental, cuya herencia cultural es árabe. La cultura predominante es la mandinga, un grupo étnico que a pesar de ser musulmanes en su mayoría, siguen conservando muchas de sus creencias anteriores.
Casi todos los países y regiones que conforman el África occidental comparten una tradición cultural oral y los encargados de su salvaguarda y trasmisión son los djéli o griot, una figura muy similar a los bardos medievales, aunque con ciertas características propias. Desde mediados del siglo XX, con la formación y expansión de los núcleos urbanos esta figura ha ido evolucionando, casi perdiéndose por completos en algunas zonas y transformándose en algo parecido al hobo americano en otras.
Nigeria
El enorme tamaño del país y de su riqueza cultural ha dado lugar a un buen puñado de músicos y géneros, aunque por encima de todos siempre encontraremos al gran Fela Kuti y algunos miembros de su extensa familia, como Femi Kuti. Aunque Fela Kuti comenzó su dilatada carrera a finales de los años 50, no es hasta finales de la década siguiente cuando sus horizontes musicales se expanden inusualmente gracias al contacto que tuvo con los Panteras Negras en un viaje a Los Ángeles. A partir de ahí su implicación política fue cada vez mayor y conoció a otros grandes de su tiempo, como Ginger Baker, batería de Cream y Blind Faith. Sin embargo, no podemos olvidar otros músicos como King Sunny Ade, Prince Nico Mbarga, Babatunde Olatunji o el estilo fuji.
Senegal
Senegal es uno de los países africanos que más figuras internacionales ha dado, entre los que destaca el conocidísimo Youssou N’Dour, Ismael Lô, Baaba Maal, Cheikh Lô, la Orquesta Baobab o Toure Kunda. Este último tuvo un gran éxito con su disco Live au Zenit, especialmente en Francia, un país que siempre ha acogido con los brazos abiertos a muchos músicos africanos, especialmente por sus relaciones coloniales con muchas de estas regiones.
Mali
El músico más conocido es Salif Keita, que combina elementos electrónicos con letras políticas y sonidos tradicionales. También tenemos a Mory Kante y Toumani Diabate, conocidos sobre todo por sus habilidades con la kora y sus colaboraciones con músicos de otros géneros. El canto tradicional de Mali es el wassoulou, que procede de una zona llamada de la misma forma, y una de sus mayores representantes es Oumou Sangare.
Pero la figura más importante del país es Ali Farka Touré, quien mezcló la música tradicional de su región con el blues. Descrito habitualmente como el “John Lee Hooker africano” la comparación en esta ocasión no es desafortunada, porque Touré descubrió el blues gracias una visita del músico norteamericano a la capital del país a finales de los años sesenta. Aunque grabó unos cuantos discos, entre los que destacan The River y Radio Mali, lo cierto es que el músico siempre estuvo más interesado en una vida tranquila, que giraba en torno a su granja, su pueblo y su familia.
De la pequeña república de Benín, entre Togo y Nigeria, nos llegó Angelique Kidjo, una de las voces más importantes del occidente africano que ha sabido conjugar multitud de influencias occidentales con las diversas tradiciones de su región. En Sierra Leona destaca la figura de S.E. Rogie, un guitarrista que tuvo gran éxito en los sesenta gracias su particular estilo de tocar, pero lamentablemente desde entonces el país apenas ha tenido actividad cultural debido a las continuas guerras que lo han asolado. Y no podemos dejar de mencionar el highlife de Ghana, el género que dio lugar a otros en toda África Occidental; o la morna de Cabo Verde y el soukous del Congo, de los que ya hemos hablado en otras ocasiones.
Texto: Juan Manuel Vilches
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