Grupo. Tindersticks
Título: Falling down a mountain
Discográfica: Constellation
Fecha de publicación: 26 enero 2010
Web official del grupo: Tindersticks
El sabor característico de Tindersticks, si no vuelve por la puerta grande, dejará igual de inquieto al seguidor acérrimo de sus últimos trabajos. Y eso que había que buscar con más trabajo lo más descarnado de sus primeras canciones últimamente. El grupo británico, mucho más acomodado en sonidos cercanos al soul y al jazz que en sus inicios como pulcros representantes de un rock marcadamente asentado en la suavidad de un sonido característico cuyos reflejos crooner señalaban al amor bajo la partitura vocal de Stuart A. Staples, ahora estira sus claves entre los suaves mantos vocales (“Falling down a mountain“) y los quejidos siempre amargos de su vocalista. Y no deja de imaginar el desaliento a través de, incluso, sus temas más positivos, como lo fue antes en “Can we start again?” y aquí en “Harmony around my table“.
Si bien no están en la misma forma que en por ejemplo “Curtains” ni igual consiguen que sus canciones se queden a la primera escucha, su arrabalera imagen (escuchen “She rode me down“) no quedará dañada en sus nuevas composiciones, donde su saber hacer “marca de la casa” encienda la máquina que como un gran chorro de agua a presión, inunde de gracia lo mejor y más identificable del grupo. Ahí está, entonces, ese gran tema llamado “Peanuts“, donde con sus buenos propósitos, canta Staples acompañado de la excelente cantante canadiense Mary Margaret O’Hara. Con canciones como ésta no hay duda que valga.
Tindersticks ha embellecido, a lo largo de estos años, un pasado que ha hecho de sus canciones grandes clásicos sin posibilidad de fenecer y ahora siguen esforzándose en tratar de hacer permeable lo poroso de sus últimos temas. Lo consiguen y miente aquel que intente buscar cansancio en su impecable trayectoria. Igual ya cansan a muchos, pero otros siguen agarrando con inflexibilidad las cuerdas que sujetan las grandes composiciones que aún realiza este grupo. Y como no tienen a nadie con quien compararse, Tindersticks pueden enorgullecerse de iluminar sus álbumes con las mismas sintonías que han hecho de estos británicos un grupo sin parangón. Buen trabajo del grupo, que sigue en la misma línea. Suma y sigue dando lo mejor de sí mismo.
Texto: Ángel Del Olmo