Después de más de quince años la banda que lo cambió todo en el death ha vuelto con un nuevo disco. Cierto es que con la ausencia de Daniel Erlandsson y Michael Amott, pero eso no desluce el regreso gracias, en parte, al buen trabajo de sus sustitutos: Daniel Wilding y Ben Ash.
El épico comienzo de la introducción, 1985 (el año en que se formó la banda), nos trae de nuevo a Bill Steer y su personalísimo estilo. A partir de aquí no vamos a encontrar nada de lo esperado: ni el grind de sus inicios ni las melodías de sus dos últimos trabajos ni alguna pincelada del sonido que Steer ha mostrado con Firebird, pero tampoco una mezcla exacta de todas esas etapas. Porque lo que Carcass ha hecho con este Surgical Street es seguir evolucionando, desarrollando ahora un death thrash muy variado, sin perder en ningún momento la esencia de su sonido. Encontramos inspiradísimos riffs, como el de Unfit For Human Comsuption o desarrollos excepcionales como en The Granulating Dark Satanic Mills, pero sobre todo diez composiciones sin desperdicio entre las que no es nada fácil destacar alguna.
El regreso no ha sido en balde ni mucho menos un lavado de cara para hacer alguna gira y sacar unos cuartos. Para nada. Carcass ha vuelto por todo lo alto, sin mirar atrás con nostalgia, y con toda la intensidad que deberíamos esperar de una banda como esta. Si le habéis dado una escucha al adelanto, debéis saber que apenas roza el grueso del disco y si os habéis quedado a la mitad os estáis perdiendo lo mejor de este estupendo trabajo.
Texto: Juan Manuel Vilches