HISTORIAS DEL CATERING:
El teléfono de Luismi lleva echando humo desde el primer minuto, llamadas del manager, de algún medio de comunicación que quiere confirmar su presencia, invitados de última hora… en una de ellas habla con Nando -guitarrista de la banda- sobre el catering, y le propone los montaditos y bocadillos de un restaurante gallego cercano. “Con estos chicos es muy fácil, no son nada problemáticos, con unas pizzas o unos bocadillos les vale, aunque si las pizzas no son de una determinada marca me dicen que no saben igual (risas)”.
Son las 16:45 cuando entramos en un supermercado situado a dos manzanas de la sala y cargamos la cesta de fruta (fresas, mandarinas y manzanas), chocolatinas, kikos -fundamentales-, chucherías varias y una botella de ron. También compramos pilas para las petacas e in-ears “Se supone que tenemos de sobra, pero siempre hay que tener más”.
Una vez en el restaurante gallego encargamos unos bocadillos variados: lacón, calamares, bacon con queso, etc, que acordamos en recoger 3 horas más tarde. De paso aprovechamos para tomar un café -la noche será larga- y Villarrubia relata historias del catering, tantas y tan jugosas que darían para un artículo exclusivo sobre el tema. “Con otros artistas es más complicado, te piden cosas específicas y de unas calidades que a veces es difícil encontrar. Ahora estamos en Madrid, pero imagínate ir de compras un domingo en una ciudad que no conoces”. También nos llevamos unos chupitos de orujo, ya que a un miembro del equipo le gusta mucho “le vamos a dar una alegría (risas)”.
De vuelta en la sala entregamos a Natxo y Sergi las pilas y colocamos en el camerino de la banda toda la compra. “Da gusto trabajar con La Fuga, siempre comparten el mismo camerino y están de buen rollo. Llevo 3 años con la banda y siempre ha sido así”.
Minutos antes de salir al escenario de La Riviera
LLEGA LA BANDA:
Son casi las 18:00 cuando salimos a recibir a la banda. La furgoneta siempre la lleva Edu (batería), al que le gusta mucho conducir, y junto a él llegan Pedro (cantante), Nando (guitarra), Raúl (bajo) y Paula, responsable de medios y coordinación del club de fans.
Quedan dos horas para abrir puertas pero ya hay ambiente en la entrada, con decenas de aficionados sentados a la sombra, bebiendo unas cervezas y jugando a las cartas. Con la ayuda de este improvisado ayudante de producción, transportamos una voluminosa caja con cañones de confeti, que se usarán para la traca final del concierto.
La banda pisa el escenario en silencio, prueban algunos instrumentos… la seriedad y concentración de la banda en estos momentos es extrema, el más distendido es Raúl, que enseguida sonríe “tengo muchas ganas de tocar aquí”.
Mientras se realiza la prueba de sonido definitiva Luismi se encierra en la oficina de producción, y entre nuevas llamadas telefónicas, ultima las listas de acreditados, photopasses (personas con permiso para fotografiar desde el foso durante las primeras canciones del concierto) e invitados. Además se preparan las pulseras que llevarán todas las personas con acceso a backstage.
Damos la bienvenida a varios compañeros de prensa escrita, webs y radios que van a realizar entrevistas a los cántabros. Un equipo de telemadrid grabará varias canciones y se acuerda realizar una mini-entrevista nada más terminar la actuación. Mientras realizan las tareas de promoción se siguen ajustando detalles del concierto: la actuación tendrá una pequeña parte acústica, así que se buscan unas banquetas y se decide la iluminación que tendrá el escenario durante este mini-set.
Entre entrevista y entrevista seguimos actualizando la lista de invitados con amigos y familiares de todo el equipo: “esto es Madrid, y aquí todos conocen a alguien que quieren invitar”. Unificamos todas las listas, invitados de la banda, del equipo técnico, de la discográfica, de la oficina de management, ganadores de concursos realizados por los medios, etc.
Sentados y en acústico durante otro concierto de la gira
ÚLTIMOS DETALLES:
Falta media hora para la apertura de puertas y le hacemos entrega a la encargada de taquilla de los sobres para la recogida de la venta anticipada, un fajo de entradas nuevas y una buena cantidad de monedas y billetes para que tenga cambio. Paula, del club de fans, estará controlando el acceso de prensa e invitados con las listas que no hemos parado de modificar hasta el último momento.
El ritmo recorriendo los pasillos de La Riviera es frenético “pues hoy todo está siendo tranquilo, hoy todo funciona, no se ha roto nada… todavía (risas)”. Entre carrera y carrera conocemos al manager de la banda de La Agencia Music que también lleva a Despistaos o Dikers, al presidente del club de presos -club de fans-, Relo, también recibimos a la enviada de la sociedad de autores, haciéndole entrega del set-list.
En el escenario se ha dejado todo listo para el concierto, se ha retirado la rampa por donde se ha subido el material al escenario, se han colocado las vallas de protección y todos los instrumentos están a punto.
Salimos de la sala para ir a recoger los bocadillos, rápidamente volvemos y los ponemos a disposición del equipo en el camerino. Recorremos -de nuevo- de punta a punta el recinto para abrir la taquilla y solicitamos al responsable de la sala la apertura de puertas, éste avisa por línea interna a su gente. Se abren puertas, a partir de ahora el acceso a backstage está restringido al personal identificado.
Nos pasamos por el stand de merchadising y le llevamos a Pedro la camiseta roja que nos había pedido minutos antes. El camerino va vaciándose poco a poco, Manolo a la mesa de sonido, Eric a monitores… “chicos, ¡¡¡5 minutos!!!”. Dejamos solos a los miembros de la banda que se hacen una foto antes de salir a tocar.
La Fuga- Detrás del telón (Primera parte)
La Fuga- Detrás del telón (Tercera y última parte)
Texto: Pointer