Esta es la pieza más optimista del gran álbum debut de este muchacho, percusionista de Bon Iver. Un tema que, escuchado ahora que ya se ha publicado en el segundo disco del señor Vernon, arroja luz sobre el trabajo de este último. La presencia de Sean Carey en las composiciones de Bon Iver son ahora perfectamente reconocibles y este tema es buena prueba.
Texto: Juan Manuel Vilches