Artemis Quartet rinde un merecido homenaje, otro más, a Astor Piazzolla, genio indiscutible de la vida fielmente trasladada al tango. Hacer creíbles las canciones del maestro argentino es harto fácil. Se podrían tocar como rancheras, pasodobles, jotas, y seguirían sin perder un ápice de su belleza. Ahora le toca el turno a la música clásica. Diez canciones perfectamente interpretadas por cuatro músicos germanos – Natalia Prishepenko, violín I, Gregor Sigl, violín II, Friedemann Weigle, viola y Eckart Runge, violonchelo -, a los que une su talento y energías el pianista chileno Jacques Ammon.
La maestría de interpretación de estos músicos se podría resumir diciendo que transmiten fielmente el espíritu y la expresividad que fluye tanto por las venas del tango como por las de toda América Latina. En el disco se logra crear una variada paleta sonora recuperando la nostalgia perfumada con olor a bandoneón y profundizando en el ritmo variado y expresivo del género bonaerense fusionándolo con el gusto impecable y sibarita por lo clásico de un cuarteto de cuerda y un pianista magistrales. En todos los temas del disco, perfecta y cuidadosamente arreglados, se observa una sólida y delicada interpretación, recreando el ambiente arrabalero propicio para su total credibilidad. Éstos son:
“Introduction, Allegro – Lento, Improvisando — Piu, Vivo, Fugato“
“Estaciones Porteñas – Otoño Porteño – Tempo Di Tango“
“Estaciones Porteñas – Invierno Porteño — Andante“
“Estaciones Porteñas – Primavera Porteña — Fuga“
“Estaciones Porteñas – Verano Porteño – Tempo Di Tango“
“Fuga Y Misterio – Movido — Lento“
“Suite Del Angel – Tango, Moderato“
“Suite Del Angel – “Tango Del Angel – Tempo Di Tango“
“Suite Del Angel – Milonga Del Angel — Melancólico“
“Suite Del Angel – La Muerte Del Angel – Fuga, Movido“.
Seguro que Astor Pantaleón Piazzolla, uno de los tangueros más importantes de la segunda mitad del siglo XX, estaría orgulloso de este disco. Y de sí mismo.