Y con permiso de George Lucas, pues le tomo prestado el título de una de sus —desastrosas- películas precuela sobre Star Wars. ¿La razón? Bueno, en este querido país (pequeño mundo y soberana desgracia) el ser humano, no se sabe si por naturaleza o por estupidez, tiende a copiar o imitar algún tipo de acto. ¿Cuál es el motivo principal? Quién sabe, ¿lo sabe usted? Pues entonces preste atención que hasta puede sufrir algún tipo de escándalo.
Al grano. Un escenario dentro un país… “pongamos que hablo de Madrid“, de un grupo que tiene encanto y, aunque pecan de postureo, rockean y su último disco “Aviones” ha sido un gran trabajo maduro. Si, tratóse de Pereza. Actualmente, los dos componentes, presentan en solitario sus correspondientes trabajos. Pero querido lector, aquí se habla de música, los pantalones pitillo de Leiva, patillas o las All Star Converse serán tema aparte. El grupo madrileño de gamberretes compuesto por José Miguel Conejo Torres aka Leiva y Rubén Pozo venían curtidos y bien enseñados, lo suyo era el rock de pub y humo de garito mientras Burning, Tequila y Los Ronaldos resonaban entre las paredes del local en cuestión. Malahierba y los grandiosos Buenas Noches Rose eran dos grupos excelentes del under dentro del panorama musical de la vergonzosa capital del estado (y no ahora, que da ‘cosa’ tener que oír que Lana del Rey son lo mejor del panorama tanto nacional como internacional).
Se obviarán los inicios, comienzos y el por qué a los chicos de Alameda de Osuna les dio por juntarse. Bueno, es más que destacable que se juntaron para tocar versiones de Leño, pero el resto de la historia la tienen ustedes en Wikipedia.
Actualmente y como anteriormente se ha dicho, Pereza se han sabido mantener en esta carrera de fondo y desde luego lo han demostrado con “Aviones” disco que, no ha terminado de agradar a sus fans más talibanes (de los de Mario Vaquerizo no puedo hablar, recibiría amenazas de muerte si digo algo sobre ellos). ¿Qué buscan o qué quieren los y las fans? Pues lo de siempre, lo que se escucha en cualquier sitio: guitarras y más guitarras. La cosa está en que Pereza le da su toque personal. Claro, ese rollo de lap steels, mandolinas, banjos, acústicas… a los seguidores no les ayuda para ponerse a tono antes de salir de fiesta por Malasaña un viernes después de tomarse un frapuccino en cualquier Starbucks de la zona. La chavalada prepúber, masculina especialmente, ha visto que sus amiguitas se pirran por las patillas de Leiva, el culín que le hacen esos pitillos de colores y el rollo macarra. Entonces, ¿qué pueden hacer ante tal competitividad? Está claro: formar un grupo que los calque. Si no tocas la guitarra, ¡al menos vístete como tal! Las discográficas, que tontas no son y más en España, se han dado cuenta que en esto hay un filón y van derechos a explotar esta nueva moda, porque sí, es una moda y las salas, promotoras y demás se apuntan a ello, evidentemente.
Los grupos-clon florecen y salen cual capullo en primavera, ¡pero lo curioso es que encima son familia! Ahí tenemos a Sidecars con el hermano de Leiva; Juancho, que en un alarde de originalidad sigue la misma estética tanto en la ropa como en sus canciones. ¿Han oído ese spot de El Corté Inglés donde suena de fondo ‘Fan de ti‘? Y eso es sólo un ejemplo al azar de entre todas las canciones de su corta pero creciente discografía. Cuesta diferenciar si son Pereza o Sidecars. Para rizar el rizo (¡qué gracioso!) su hermano ha producido el último disco titulado “Cremalleras” y alguno de sus músicos entra también en el plantel sidecariano para darle un toque original, vaya.
No contentos con esto se encuentra Vikxie, capitaneado por Víctor Torres, primo de Leiva que para no perder la mecha se pone a la cola, pitillos, gafitas de sol y esa omnipresente barba de tres días con perillita y patillas. Obviando que la voz tiene ese ‘deje’ tan especial con el cual ya no se sabe quién canta. Las malas lenguas dicen que fue Víctor quién empezó con esa estética, pero durante su larga estancia en Reino Unido, Pereza le arrebató la estética. En un juego malabar, (dentro del primer disco “Con la suerte en los talones“) en el séptimo corte del disco titulado ‘Coraje‘ donde, ¡oh sorpresa!, cantan Vikxie, Juancho, Leiva y César Pop. Si usted tiene agallas y es un nombre de pelo en pecho póngase a escucharla y diga, exactamente, en que parte canta cada uno sabiéndolos diferenciar. Pues eso, que hace falta coraje.
Por suerte, se cierra el capítulo de las copias familiares y se pasa a las de la calle. Chavalitos absortos por un ataque de hormonas deseando meter algo más que los cuadernos en la mochila deciden montar un grupo “toh guapoh” en esa misma línea. En un minucioso trabajo de investigación por MySpace y varios portales y redes sociales se han encontrado una ristra increíble de grupos del palo. ¿Are you ready, bro?
Como si de un ranking a lo top-ten se tratara, sería de menester acordarse del grupo valenciano Piso16. Es más, toman su nombre de una canción de Sidecars. Es todo, la música, las pintas, postureo… ¡El cantante es el mismísimo Leiva en versión adolescente!
Las canciones que mejor pueden ejemplificar el deje y falta de originalidad podrían ser ‘La nube de tu ombligo‘ o ‘Nunca es tarde‘. En su nota de prensa dejan constancia de que quieren irrumpir en el panorama musical, ¿habrá que creérselo? Pues a saber, en este país el criterio original escasea.
Es el turno de Prohibido Adelantar, toledanos y clones. Afortunadamente estos no se gastan una estética tan macarra pero abusan de manidas manías vocales. “¿Estos de Pereza son muchos grupos con distintos nombres que juegan a despistarnos los muy pájaros? Mon dieu!“, pensará más de uno. Los chicos de Prohibido Adelantar se marcan unos temas que si bien es cierto no siguen ese sonido tan guitarrero, tienden a cantar igual. ‘El guapo‘, ‘No quiero‘ o ‘Un tipo raro‘ son descarados, por momentos rozan la copia, también, de Coque Malla o Los Rodríguez.
El círculo musical que se da en estos grupos de seguidores de Pereza es así: “Coque Malla-Pereza-Sidecars-Vikxie-Quique González” (por ejemplo). Y si no miren algún Fotolog color rosa-chicle de cualquier quinceañera (fan, curiosamente de “Amelie“) para ver que el círculo suele ser el mismo, un sota-caballo-rey.
¡Cuidado! La tremebunda miscelánea se ve corrompida por la vertiente más cercana a El Canto del Loco, Despistaos y Maldita Nerea. El ejemplo más reconocible hace viajar a la mente al sonido de Nada Que Decir. Más de lo mismo, pero mucho más. Estos muchachos guardan poco parecido (físicamente hablando) con los anteriormente recordados, pero no van muy lejos. De hecho, podrían ser unos clones de Dani Martín. “Billete de ida” (este primer disco) fue masterizado en los estudios Sterling Sound de New York por Dave McNair (Los Lobos, Jakob Dylan, Miles Davis, Steve Ray Vaughan, Patty Smith…). ¡El hábito no hace al monje! ¿Una muestra? No se pierdan ‘Cuando no estás‘ o ‘Lo que me gusta‘.
El rollo es simple, a sus fans les atrae el rollito chapa con chalequito, ir de tirados por Costello o Siroco y el mundillo de grupies de palo. Visitan FNAC y se escuchan los discos de sus pedazo-ídolos con los auriculares de muestra mientras dan por saco al pobre que quiere buscar un CD en la zona donde esta fauna experimenta orgasmos musicales. ¿Cuál es el problema real? Está claro, algunos grupos citados tienen calidad, pero copiar descaradamente a otro grupo no da de comer toda la vida y ya es complicado de por sí comer de esto. La falta de originalidad es una moda y como tal un día se está arriba y al siguiente… si te he visto no me acuerdo. Es lógico que incluso Pereza se lleven de teloneros a Vikxie, por ejemplo. Atraen más fans y venden entradas a pares, lo mismo las discográficas editando los discos de esta clase de músicos. Me dejo más grupos porque los hay a patadas, pero es suficiente.
Veredicto: Es una pena que las modas sean quien dicten en la hipócrita industria musical española. Que la gente no tenga ganas de descubrir otros grupos y quieran oír una y otra vez lo mismo aunque lo cante otro. ¿Tanto cuesta sacar adelante a un artista que hace algo auténtico y novedoso? Pues desgraciadamente sí. Pero este, caballeros, no es el camino a seguir y aunque no se den cuenta, por lo menos, no engañen ni se engañen ustedes mismos. Seguro que los tipos de los que se ha hablado en este texto son buenos chicos y buena gente, pero queridos, os estáis equivocando. Que cada uno siga su camino.
Texto: Charly Hernández
Barato y muy dañino — “El ataque de los clones”.3 thoughts on “”
Excelente artículo!!
Añado uno más, “Los guapos”.
Muy bueno