Antonio Serrano & Federico Lechner — La Extraña Pareja (Youkali, 2012)

El disco Sesión Continúa pedía desde el primer momento una nueva edición que ratificase la verdad mostrada por el armonicista madrileño Antonio Serrano y el pianista argentino Federico Lechner en aquel trabajo de 2004. Lo de revisar bandas sonoras era más que lícito, incluso apetecible para aquellos que necesitan de algún empujón amable a la hora de adentrarse al jazz; sin embargo quedaban cuentas pendientes. El público requería de un nuevo lance por el que adentrarse realmente en las personalidades musicales de estos instrumentistas.

La Extraña Pareja se inicia por tanto con un aviso, el repaso al ‘The Odd Couple‘ que Neal Hefti escribió para la película de igual título, y que en nuestro país llegó a las salas con la traducción que ahora sirve para encabezar este álbum de 2012. El gusto especial de Serrano a la armónica para engarzar la pieza es algo que aporta frescura a la par que cercanía, un comienzo animado que se verá continuado por un cambio en las tornas debido a la melancólica ‘Zamba Para Mariano‘, homenaje intimista al desaparecido Mariano Gutiérrez. Hay una rendición al jazz-vals por medio de ‘Patynando‘, aunque al manufacturado por Bill Evans y no por ese ‘Kathy’s Waltz‘ de Dave Brubeck, más neoyorquino en movimientos —aunque Brubeck era californiano—. ‘Bluff‘ emana olores de tapete recién estrenado, de baraja que acaba de ser desprecintada, aunque los jugadores ya lleven horas en la mesa viendo pasar mano tras mano.

John Coltrane y Charlie Parker están presentes también, siempre a la manera de Serrano y Lechner, aunque el norte de Buenos Aires captura a Federico para transitar de un arranque sin estridencias a una pieza casi urbanita, con el pianista correteando por las teclas mientras tararea muy levemente cada cambio de nota. Una grabación, en suma, pergeñada para dejar bien claro el hecho de que cual pareja artística, estos dos músicos son de todo menos la catalogación que reza el título de esta obra. Su estilo y sensibilidad a flor de piel hacen que los sientas como de la familia.

Sergio Guillén