Basada en dos series de televisión anteriores, la revisión moderna de ambas, tiene mayor tensión que sus predecesoras y, por supuesto, mejores resultados plásticos en pantalla. Algunos de sus episodios, en cuanto a suspense, están muy logrados, pero otros funcionan de relleno, dando la impresión de querer alargar la serie más de lo deseado. Una imprecisión que marca el resultado final, para una serie de ciencia ficción de culto, que en España no ha tenido éxito. Aunque se pierde en cómo llevar a la televisión su intrincado guión (la enfermedad de la presidenta Roslin, las pesadísimas visiones de Gaius Baltar, no deja de ser un buen divertimento para todos los amantes de la ciencia ficción, en una oferta televisiva donde escasea este tipo de series.
Basada en dos series de televisión anteriores, la revisión moderna de ambas, tiene mayor tensión que sus predecesoras y, por supuesto, mejores resultados plásticos en pantalla. Algunos de sus episodios, en cuanto a suspense, están muy logrados, pero otros funcionan de relleno, dando la impresión de querer alargar la serie más de lo deseado. Una imprecisión que marca el resultado final, para una serie de ciencia ficción de culto, que en España no ha tenido éxito. Aunque se pierde en cómo llevar a la televisión su intrincado guión (la enfermedad de la presidenta Roslin, las pesadísimas visiones de Gaius Baltar, no deja de ser un buen divertimento para todos los amantes de la ciencia ficción, en una oferta televisiva donde escasea este tipo de series.