En este último campo, el del séptimo arte, y durante los años 80, retrato a la juventud barrial con largometrajes como Navajeros (1980) y Colegas (1982). En ellas salían a la luz los desmadres, la problemática social que sufría nuestro país en aquella década y, como es lógico, los trapicheos con las drogas. Con El Pico y El Pico 2 se empleó a fondo para retratar esa escena del caballo, la heroína que estaba destrozando a muchos adolescentes sin salida. En aquellos andares ochentas, y con una visión tan de retratista como la ejemplificada por los fotogramas de Eloy, la agrupación Banzai igualmente escribía sus crónicas de la calle, aunque en formato de pieza musical.
«Vamos a tocar un tema que compusimos Salvador, Fernando Vázquez, Xaime Noguerol y un servidor, que se llama… ¡‘ Banzai‘!», avisaba Miguel Ríos desde el escenario del Palacio de Deportes de Madrid una noche de marzo de 1982. ‘Banzai‘ no representaba en este contexto únicamente el grito de guerra que utilizaban los pilotos suicidas del ejercito japonés en la Segunda Guerra Mundial cuando con los aviones Zero caían en picado sobre portaaviones norteamericanos, pues su sentido va unido al de una generación joven que se busca la vida en la sociedad tecnificada.
Una canción que constituiría más que un retrato vivido, ya que se considera que gracias a ella uno de sus autores, Salvador Domínguez, hallaría el germen de un pronto proyecto musical de igual nombre. Banzai como banda, y tras fracturarse la mitad de sus líneas originales, se perfila cual quinteto urbano de herencia hard rock y visión callejera en el que la voz de Valentín del Moral, más conocido en la escena como “Chino“, marca unas características totalmente personales y sin encontrar clones posibles de sus cuerdas vocales en el movimiento patrio.
En el lanzamiento homónimo de 1983 se prescindiría del tema que Miguel Ríos incluyó en Extraños En El Escaparate y que encontró una segunda juventud gracias a su versión en directo para el celebrado Rock & Ríos; los cinco músicos capitaneados por Domínguez fotografían con sus tonadas el retrato underground de las aceras madrileñas de finales de los 70 y principios de los 80: amistad barrial (‘Amigo‘), delincuencia (‘Coche Rápido En La Noche‘), sexualidad de bar (‘Rock Duro‘ y ‘Siempre Quieres Más‘, con sus críticas a la adicción de pega por las modas y otras sustancias: «pasan los años, hay nuevo disfraz… Más capas de pintura en tu cara pero el coco te funciona igual»), lealtad cheli (‘Funciona Legal‘) o drogas (‘No Te Enganches‘), a lo que le suman una realista narración sobre la vida del músico en la carretera (‘Voy A Tu Ciudad‘). Tan impactante como una filmación de Eloy de la Iglesia.
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