R.E.M. es el tercer disco de su carrera después de haber editado Senderos De Un Sueño (2004) e Inmune (2007).
La música de Heldar abarca una gran cantidad de influencias por lo que es una cuestión complicada tratar de definir su estilo. Las once composiciones que conforman el álbum cuentan con una amplia diversidad de matices, cada cual vinculada a determinados parámetros.
Entre otras características, destaca la presencia en primer plano de las voces, en ocasiones algo excesiva; los variados recursos de la guitarra que devienen en decisivos para el resultado final de la obra; una batería de sonido orgánico, sin abusar de los aditivos técnicos y, finalmente, una resolutiva intención de no marginar al bajo, instrumento que tiene una participación, sino, decisiva, si lo suficientemente importante como para realzar los esquemas de algunas de las canciones
La amalgama de sonidos que surgen de R.E.M. nos lleva a un recorrido donde nos podemos encontrar con riffs propios de Metallica como en “Al Otro Lado”, con un excelente trabajo vocal y un incisivo fraseo de guitarra; con “Mi Reflejo” cambian el panorama, la voz sufre una mutación para mostrar unos tonos más melódicos dentro de una estructura donde el rock a secas domina la situación y en la que aparecen los teclados para aportar texturas adicionales. En “Nadie”, la voz se mantiene en la misma onda, aunque con la inclusión de un estribillo “quedón” que encaja estupendamente con la dinámica rítmica de un vigoroso riff.
“Ayer”, nos muestra a los Heldar menos complicados, alternando partes lentas con la voz como principal protagonista con ritmos sencillos de fácil asimilación
Después de haber descubierto sus lazos con el metal y con el rock, R.E.M. va introduciéndose en terrenos más progresivos con temas como “Tu Odio” y “Miedo A La Vida”, el primero con un riff provocador compartiendo espacio con el ritmo sostenido del bajo y el segundo con otro riff poderoso apoyado por una batería que exhibe su lado más frenético, sin olvidar, en ambos casos, algún que otro desequilibrante injerto solista.
“Sin Ti”, sigue exponiendo la capacidad creativa de Heldar con sus dispares pasajes y sus complejos desarrollos, algo también plasmado plenamente en “El Arte De Matar”, quizá el tema de connotaciones más progresivas del disco.
Cerca de la conclusión, Heldar retoman sus perfiles más contundentes con “Volver” y sus ritmos compactos de guitarra y batería, así como los cambios de voz de agresivos a suaves.
Un álbum que huye de la monotonía y de lo previsible, incursionado con liber