El África central es desgraciadamente noticia por sus numerosos conflictos, como las grandes guerras ocurridas en torno al Congo y que tuvieron también sus consecuencias en los conflictos internos en Ruanda, Burundi o Angola. Pero también por las periódicas hambrunas que se cobran miles de vidas en distintos territorios de la zona, como Etiopía. Sin embargo, el África central es mucho más que estos brutales sucesos y que condicionan sumamente la imagen que los occidentales tenemos de estos países. Y la música es una de sus expresiones culturales más vivas.
La influencia del soukous, un género propio de República Democrática del Congo -anteriormente llamada Zaire- es enorme en toda la región. En países como Tanzania fue una auténtica invasión que influenció a numerosas bandas locales, como la orquesta de Remy Ogala y la Super Matimila. Sin embargo, el soukous no llegó con el mismo empuje a todas las zonas y en Zanzíbar apenas tuvo relevancia a favor del género local taarab, cuyo mayor exponente es Ikhwani Safaa Musical Club.
Camerún
Aunque muy ligado a la escena congoleña, el mayor exponente de la música de Camerún es Manu Dibango, conocido sobre todo por su trabajo Soul Makossa (1973), cuyo título hacía referencia al estilo musical más popular en las ciudades, y que ha ejercido desde entonces como uno de los mayores integradores de la música de todo el continente africano. Indagando un poco más encontramos un caso curioso: el de la banda Baka Beyond, que nace del periodo que el británico Martin Cradick pasó prácticamente perdido en la selva en compañía de tribus de etnia baka, con quienes estudió sus tradiciones.
Gabón
En comparación con otros países de la zona, la música de la República gabonesa es bastante desconocida. Sin embargo, el país ha dado algunos de los músicos más interesantes de la música africana, como Pierre Akendengue y su álbum Lambarena, donde hace una curiosa combinación entre la música tradicional y la obra de Bach.
Kenia
El elemento más distintivo de la música keniana es el benga, una forma de tocar la guitarra que da nombre a todo un género. Daniel Owino Misiani, aunque original de Tanzania, desarrolló su carrera en Kenia y es considerado el padre del estilo gracias sobre todo a su labor con la Shirati Jazz Orchestra. La irrupción del soukous en el país a finales de los ochenta hizo que aparecieran muchas bandas que sucumbieron al nuevo estilo y el benga, una de las pocas manifestaciones musicales de los swahili que aún quedaban, fue prácticamente enterrado.
Un caso interesante es el de los pigmeos, presentes sobre todo en Camerún, el Congo y la República centroafricana, que tienen una rica y compleja tradición musical. Una de sus manifestaciones más características es el hindewhu, un tipo de silbido que ha influenciado y ha sido usado por muchos músicos occidentales, como Herbie Hancock o Brian Eno, entre otros. Y, aunque la región es extensa y existen una enorme variedad de sonidos, no podemos dejar de mencionar la música de los teda del Chad, las influencia árabes en el haqibah de Sudán, al músico etíope Tilahun Gessesse o la gran diversidad existente en Uganda debido a la multitud de grupos étnicos que allí habitan. Y es que esto no ha sido más que una brevísima introducción…
Texto: Juan Manuel Vilches