Testimonios reveladores que mayor valor tienen al ser organizados y expuestos buscando su sentido absoluto. Coherencia explayada por años que a la vez se dividen en jugosos capítulos. Hay igualmente espacio para abrirse a sabrosos análisis sobre cada uno de los componentes del cuarteto. Inteligencia narrativa por medio de escritos necesarios por los que ver que The Clash fue un grupo de música, pero también mucho más. Desde las inquietudes de Strummer a las adicciones de Headon. Un crisol de historias que los hicieron inigualables, rara avis de un escena que, por lo general, no estaba dispuesta a exponerse frente a otros planteamientos que tal vez podrían haber enriquecido su disciplina. Simonon, Strummer, Headon y Jones sí lo hicieron.
Hablo del cuadrilátero sónico que hizo poner en pie de rock a la Casbah, que cantó al sonido de los pecadores enmarcando las balas de Washington. Ellos que relataron el encuentro entre Iván y el G.I. Joe, que glosaron las penurias de la ciudad de la muerte y que sacaron el retrato de las bombas españolas en tiempos pasados. Aquellos muchachos que grabaran LPs como Give ‘Em Enough Rope, Sandinista!, Combat Rock o London Calling —por citar cuatro de sus redondos en larga duración—, hablan en The Clash sobre la pérdida de la inocencia de una banda eléctrica y vigorosa.
TÍTULO: The Clash.
AUTOR: Joe Strummer, Mick Jones, Paul Simonon y Topper Headon.
EDITORIAL: Atlantic Books.