Se presentó en La Riviera con muchas canciones de Churches -su lanzamiento más reciente- en el repertorio. Desde el inicio con ‘When We Touch’ sorprende la capacidad hímnica de su voz, al segundo tema ‘Goodbye’ -con un acompañamiento ciertamente trotón- ya suelta un grito que sólo puede definirse como catártico, y el estribillo de ‘Everybody’s Falling in Love‘ desata pasiones bajo las tablas, con numerosas parejas besándose. “It’s a very sexy experience, muchas gracias mis amores” exclama una sonriente LP.
El influjo de Laura Pergolizzi sobre su público es notorio: caras pintadas, carteles -you saved my life-, gritos en cada acercamiento y decenas de regalos entre dibujos, sombreros, cartas y flores que la estadounidense va recogiendo cada vez que una canción se lo permite. ¿Cómo es posible que el merchandising se limitase a pins a 10 euros?. Con este tipo de adhesiones ‘No Witness’ resulta más mesiánica que nunca, con cánticos de salvación gospel y un gran solo de guitarra, elementos con denominación de origen Mississippi que empatan con la contundencia rockera del combo. Sonidos de regusto sureño que también ofrecerían -con una pizca de fuzz y éxtasis final de pandereta- en ‘Muddy Waters’, una plegaria a las amistades que nos pueden sacar del pozo.
‘The One That You Love’ fue el primer adelanto que pudimos escuchar de Churches, un excelente tema donde Pergolizzi muestra numerosos registros en menos de 4 minutos. En ‘Other People’ alterna un generoso vibrato con un silbido tan cinematográfico que sufrimos un déjà vu instantáneo, ¿no lo hemos escuchado ya en un cine?. Vibrante y expresiva, los recursos de su voz no son de este mundo.
Entre tanta alegría la autora se puso seria unos momentos para apoyar los derechos de la mujer y tener un recuerdo para Mahsa Amini, la chica iraní recientemente torturada y asesinada por no usar su hiyab correctamente, mensaje respondido por una tremenda ovación de un público predominantemente femenino, variopinto y con un gran rango de edades que completó el aforo de la sala. Antes de afrontar ‘One Last Time’ la cantante ensayó los lalalás y en directo nos pareció más eurovisiva que nunca.
Algunos regalos y firmas más tarde llegó el momento más esperado, hasta la propia LP se adueñaba de los móviles de las aficionadas de las primeras filas para grabarse cantando: interpretó ‘Lost On You’, mucho más que un gran éxito, una historia de superación de una artista que ha conseguido identificar a muchísimas personas de todas las partes del mundo. El final no podía ser otro que Laura recorriendo el foso, saludando a su gente, en un merecido baño de masas tras un espectacular despliegue de pirotecnias vocales cimentadas sobre una base de electrificante personalidad.
