Uno entra en la sala, sin muchas facilidades porque el aforo está completo con dos días antes del concierto, y cambia de tiempo y de lugar.
Carolina del Norte, mediados de los 70:
La sala repleta de paisanos de James Brown, y del propio Maceo, se mueve a ritmo de la música que precede al concierto, como calentando motores. El saxofonista del rey del funk ha aprovechado uno de los descansos de Brown para dar algunos conciertos con ‘Maceo Parker & All The King´s Men’. Al comenzar ‘Make It Funky’, ‘House Party’ o ‘Chamaleon’ sube la temperatura del recinto un par de grados. Las cabezas se mueven con desenfreno como dialogando con trompeta, trombón y el saxo protagonista, mientras que las piernas siguen el ritmo que marcan el bajo, la batería y la guitarra. En este paralelismo sólo quedarían por enmarcar la voz de Maceo y sus dos coristas (chico y chica), que marcan los momentos en los que las manos del público se alzan al cielo.
El concierto en la Joy Eslava de Madrid el 09 de Abril de 2010 se me antojó muy parecido a ese concierto ficticio, con un par de salvedades. Maceo Parker, aunque en plena forma (ha adelagazado unod kilos en el último año), tiene ya sus 67 años y eso se nota en el tamaño de su ego y en la forma de medir energías con el saxo. Y después, que el público de Madrid no es el público afroamericano de Carolina del Norte de los 70… ni en actitud ni en vestimenta (pobre de Maceo si supiera lo que el público entiende cuando se pone a hablar).
Por lo demás, (entiéndase actitud y calidad de los músicos, tablas y sentido de la improvisación) da igual que su último disco sea de 2007 (Roots & Grooves), o la media de conciertos al año del señor Parker es de 150 (tacatá). Maceo Parker ha nacido sobre un escenario y con un saxo en la mano.
Su mezcla de jazz y funk hizo que los asistentes se prendiesen de temas clásicos del músico, que no hace falta que se sepa el nombre de cada canción o la discografía completa para disfrutar de un espectáculo de más de hora y media al más alto nivel.
Fotos: Almudena Eced