A mediados de los 60, a raíz del éxito de los Beatles en los Estados Unidos, otras muchas bandas inglesas tomaron al asalto el mercado americano, como The Kinks o The Who. Aquella moda provocó que muchos jóvenes decidieran coger unos pocos instrumentos y atrincherarse en sus garajes para emular a sus ídolos. Jóvenes que no tenían demasiada formación musical, pero sí muchas ganas y una pasión desbordante por hacer música. En la década siguiente, bandas como The Stooges o MC5 un poco antes siguieron en parte aquella estela, pero incorporando un mayor grado de espontaneidad y dureza a su sonido. Empezaba a surgir una nueva forma de rock, que aunaba la crudeza del punk y la energía del garage…
Más de veinte años más tarde, en las frías tierras escandinavas, unos cuantos jóvenes recogieron el testigo de aquellas bandas para elaborar su propia forma de hacer rock & roll. Aunque muchos de sus protagonistas no vieron aquello como un movimiento, lo cierto es que tuvo muchos ingredientes en común con ello: un sello aglutinador de nuevas bandas –White Jazz-, unos cuantos nombres que se repiten en discos de diferentes formaciones, una misma forma de concebir el rock y, sobre todo, una misma actitud: cuatro o cinco amigos que se juntan para tocar sin más interés que el de hacer buenas canciones. Nada de vanguardias ni innovaciones técnicas o estilísticas: guitarras, bajo, batería, algún piano ocasional y mucho, muchísimo talento.
Orígenes
Tirando un poco de historia, podemos ver que ya en los 60 en Suecia aparecieron unas cuantas bandas que bebían directamente de los grandes artistas americanos de rythm & blues de la época. La más importante de todas ellas fue The Wizards, que no estuvieron en activo más de cinco años, pero llegaron incluso a telonear a The Who y tuvieron algún éxito con temas como See You Tonight. También tuvieron especial influencia en los setenta algunas bandas de lo que ya se llamaba garage rock, como The Creation o The Kingsmen, o, en un tono más oscuro, Icecross. Pero no fue hasta los 80 cuando encontramos el verdadero germen de este sonido, con bandas como The Nomads o Union Carbide Productions y su posterior proyecto The Soundtrack of Our Lives, que se inspiraban claramente en MC5 o The Stooges.
Los 80 también tuvieron unas pocas bandas de renombre: Miracle Workers, Chesterfield King, Lyres o Cynics, pero sí hay un disco totalmente indispensable en el rock escandinavo de los 80 ese es Enjoy the Creeps!, que incorporaba muchas de las características que más tarde tendrías los grandes del rock escandinavo de finales de los 90: voces con muchos momentos soul, un hammond febril, unos guitarrazos sucios pero efectivos y un tremendo gusto a la hora de rescatar lo mejor del rock de los 60. Pero en aquellos 80 también hubo una banda nórdica que, si bien ha sido habitualmente metida en el saco del hard rock y el glam, también lo es que sonaban más punk que la mayoría de los que encrespaban sus melenas en aquellos años. Hanoi Rocks, un referente claro para muchas de las bandas que vendrían después.
Los tres grandes
Aunque no es fácil elegir unas pocas bandas entre todas las que surgieron en las frías tierras del norte, hay que reconocer que al menos The Hellacopters han sido una de las más lúcidas e inspiradas. Sin contar un buen número de ep’s, splits y demás, su discografía es de las más completas. Desde sus tres primeros trabajos, más punks, hasta su último disco de temas propios Rock & Roll is Dead, pasando una de las obras cumbre del rock escandinavo, High Visibility, y By the Grace of God, estos tipos han sido una de las formaciones con más personalidad y un sentido de la identidad más acentuado de los últimos veinte años. Como despedida, sacaron en 2008 un disco de versiones, Head Off, que incluía además un tema original: The Same Lame Story. Un trabajo enorme en el que nos descubrían unas cuantas bandas muy interesantes.
De ellos han salido más tarde otros proyectos de algunos de sus miembros muy interesantes, como Thunder Express y DundertÃ¥get, de Robert Dahlqvist, o Imperial State Electric, del incansable Nick Royale, un músico de esos a los que merece la pena seguirle la pista. Además de su pasado con Entombed, algún proyecto breve como Supershit666 y su participación en dos álbumes con Death Breath, grabó un par de discos tremendos con Scott Morgan de Sonic’s Rendezvous Band con el nombre The Solution.
Una de las bandas que más halagos ha recibido en innumerables ocasiones por parte de Nick Royale han sido Gluecifer. Formados en Oslo a mediados de los 90, tuvieron en sus filas a uno de los tipos más carismáticos de todo este movimiento: Captain Poon. Si bien Soaring with the Eagles at Night y Tender is the Savage son dos trabajos enormes, su última grabación, Automatic Thrill, supuso un pequeño giro que, aunque no era lo que se esperaba de ellos, aportaba de nuevo frescura y una mayor cantidad de matices. Desde 2007 Captain Poon está dedicado a su banda Bloodlights que, de momento y a pesar de tener unos cuantos buenos temas, no parecen haber terminado de cuajar.
Turbonegro se formaron en Oslo a finales de los 80, la banda ha sufrido numerosos altibajos casi desde sus comienzos debido a los numerosos cambios en su formación. Pero esto no ha sido un obstáculo para que hayan sido capaces de grabar unos cuantos buenos discos, como Ass Cobra o el enorme Apocalypse Dudes, que era un homenaje a la historia del rock que incluía pasajes directamente copiados de grupos como The Dictators, Ramones o incluso Iron Maiden. De todos ellos hay en Turbonegro, pero también de Blue Öyster Cult, Venom o Bad Brains. Después de su separación en 1998 regresaron en 2002 con un discazo, Scandinavian Leather, que estaba a la altura del anterior. En los últimos no han dejado de salir noticias sobre la salida o regreso de uno y otro miembro de la banda, incluido su carismático vocalista.
¿Regreso al underground?
Como suele ser habitual, la industria se cansó pronto de lo que llamaron el “revival del rock” y similares. Se llevaron sus focos y sus contratos. Pero la realidad es que la mayor parte de estas bandas no tuvieron mayor presencia en los medios que la de ser citadas de paso cuando Backyard Babies copaban portadas con su Making Enemies is Good. Los mismos Hellacopters, que sacaron High Visibility y By the Grace of God con Universal, no tuvieron apenas apoyo de la multinacional para la gira de presentación del álbum en Estados Unidos, como se puede ver en la recta final de la gira americana de 2002 en el dvd Goodnight in Cleveland, que es una auténtica maravilla. Así que, simplemente, todo seguía estando en su lugar: el underground.
Uno de los eternos grupos que han permanecido en una muy honorable segunda fila son The Flaming Sideburns, cuyo trabajo de 2001 Hallelujah Rock’n’Rollah es, sencillamente, espectacular. Otros, que se hicieron un poco más conocidos, sobre todo por haber compartido batería con Hellacopters, son The Sewergrooves. Una banda realmente interesante, de la que es más complicado elegir un solo trabajo. La mitad de ellos, además, tienen un proyecto paralelo, The Royal Cream, cuyo único disco no está nada mal. Además, en los últimos diez años han seguido surgiendo nuevas bandas con ganas de continuar el camino emprendido en los 90, como Märvel o Midnight Scrapper, aunque desde luego han sido Captain Murphy, Brut Bugaloo y Dollhouse las que han puesto el listón más alto. Una pequeña muestra de que el norte de Europa aún sigue dando grandes bandas de rock.
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Cuero escandinavo
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NR: Gracias a Carlos Ayllón por sus comentarios y aportaciones.
Texto: Juan Manuel Vilches
Monográfico: Cuero escandinavo11 thoughts on “”
Muuuuy interesante. Es curioso que en una época de decadencia de la música rock en general, sean dos lugares que están en sitios opuestos (Escandinavia y Oceanía) los que porten la bandera del mejor rock and roll.
Que sea por mucho tiempo.