Cuatro temas a piñón fijo de rock duro de inspiración escandinava. Guitarras al aire en los solos, estribillos escupidos con rabia y temáticas callejeras de alta velocidad. Nos gusta que el bajo suene tan bien, las flamantes luchas de guitarras tienen el sello de aprobación de Euroboy y los desarrollos para que los temas lleguen a sus minutajes son coherentes e interesantes (no son de esas bandas que saben hacer temas de 2 minutos pero no de 3 o 4).
‘A ella le gusta que le lleve su dosis’ contiene un orgasmo guitarrero final que confirma la calidad del material. En Euskadi salen bandas de este tipo cada poco y no puede alegrarnos más. Parafraseando a Woody Allen, ¿el rock es sucio? si se hace bien, sí.