Debut en disco grande ya que hace tres años editaron un EP: The Return to the Action. Tres años en los que este trío irundarra ha pasado a ser cuarteto tanto en directo como en estudio, a Alain Martínez, Urko Roa y Jon Gracia se les ha unido la teclista Rakel Canales. Esta incorporación ha dotado a The Dirty Pink Ladies de mayores posibilidades, no sólo por la aportación que Rakel hace con el órgano, sino también por su participación en los coros. Apartado éste que destaca, especialmente, en “Mr. Man“, un rock and roll clásico y vacilón -ideal para moverse desenfrenadamente- que cuenta con unos espléndidos coros femeninos.

Estos tres años también han servido para que The Dirty Pink Ladies enriquezcan el rock sententero que desplegaban en The Return to the Action. Rock setentero que casi podríamos decir que ha involucionado de la década de los años 70 a la de los años 60, al menos en lo que a las melodías se refiere. Su propuesta no está exenta de melodías pop e incluye otros matices e influencias, principalmente provenientes de la psicodelia, que sirven para adornar las guitarras -que las hay y en abundancia- de composiciones como, por ejemplo, “100 Razones” o “Formentera“, que cuenta con base rítmica muy punk. Para que se hagan una idea, sus pasos se dirigen por el camino emprendido años atrás por The Soundtrack of Our Lives.

Sunrise Orchestra es un disco sólido, variado, que sigue la mejor tradición rockera, pero que también cuenta con una alta sensibilidad pop en las melodías, en los coros y en los matices que rematan las nueve canciones que componen el segundo larga duración de The Dirty Pink Ladies. Una sensibilidad pop y tendencia a la psicodelia que les lleva a firmar canciones del calibre de “Angels Never Sing“, que me recuerda a los Baby Woodrose del Chasing Rainbows.