Se autodefinen como AOR pero en este, su séptimo disco de estudio, hay un popurrí alrededor del heavy 80/90. Dicho esto para lo bueno y para lo malo: estribillos deudores de los 80, happy metal 90 para desgañitarse, un diálogo introductorio a los Operation Mindcrime y algún toque disco como mandan los cánones. Aunque, evidentemente, la originalidad es nula, el resultado es más que disfrutable.
Texto: Rafael Mozún