Repasando nuestros discos internacionales favoritos de 2022 nos damos cuenta de que muchos de ellos han sido creados en Londres. Da igual el estilo: jazz, baile, rock… más de 50 años después vuelve la british invasion, y nosotros encantados con la calidad y variedad de las propuestas. Desde musicopolis.es te recomendamos estos 14 discos que listamos por estricto orden alfabético esperando que alguno de ellos sea un descubrimiento para melómanos de ideas abiertas.
- Black Midi- Hellfire: Con la portada podemos tener una idea de lo que se esconde detrás, una mezcolanza de sentimientos, emociones y aventuras. De alguna manera nos recuerda al Jardín de las delicias del Bosco, si nos enfocamos en la derecha, en el infierno. Suenan trompetas del averno mientras Frank Zappa sonríe orgulloso.
Ezra Collective- Where I’m Meant To Be: ¿El jazz aburrido? podríamos montar una fiesta postmillenial con este disco y nadie pararía de bailar. Este quinteto nos invita a disfrutar de la salsa más infecciosa, profundos dub y funk salvaje. Con voces invitadas del nivel de Sampa The Great, Nao o Kojey Radical alcanzan el sonido de la calle de varios continentes y demuestra por qué Londres es la capital actual del jazz.
Kid Kapichi- Here’s What You Could Have Won: Siempre nos ha chocado que en España consideren rock a exitosas bandas que no saben quiénes fueron Motörhead y sin embargo de fuera nos vengan supuestos “indie rock” que nos despeinan desde el primer acorde. Segundo largo de este cuarteto del sureste de Inglaterra que saca matrícula en riffología.
The Lazy Eyes- SongBook: Psicodelia del siglo XXI, a lo Tame Impala pero manteniendo esencias lisérgicas sesenteras y con un toque de locura caleidoscópica impagable. Dan ganas de reescribir nuestra adolescencia colgándonos una guitarra. Supurando ácido.
Loyle Carner- hugo: Intimidad y carga social con amplias miras en el jazz, el soul y el gospel. Buceando en los créditos encontramos a lo mejor del jazz británico de nueva ola como Alfa Mist o Jordan Rakei. En su tercer largo muestra sus mejores cartas y sale victorioso. Para saborear lentamente.
Mattiel- Georgia Gothic: Mattiel Brown y Jonah Swilley forman un dúo que no escribe otra cosa que canciones clásicas. Una suerte de Patti Smith sureña en un pequeño disco repleto de enigmáticas joyas que refulgen con pálida intensidad. Para inspirar largos viajes en carreteras sin cobertura.
Momi Maiga- Nio: Joven senegalés afincando en Barcelona, con 25 años su música no sólo suena a África, también al mediterráneo que ahora acoge su kora, arpa-laúd típica de África Occidental. Belleza atípica en sonoridades conocidas que consigue fusionar mundos con personalidad.
Naked Gypsy Queens- Georgiana:: Jovencísimos y emulando a Jimmy Page. No, no son Greta Van Fleet, de hecho en esta ocasión la voz es más Steven Tyler. Vienen de Nashville con este EP incendiario. Queremos un disco largo suyo cuanto antes.
Panic! At The Disco- Viva Las Vengeance: Brendon Urie sigue escribiendo himnos con pasmosa facilidad, canciones hechas para ser coreadas en todo el mundo bajo toda la parafernalia del rock de estadio, ¿estilo? qué más da, glam, power pop, balada…
Shemekia Copeland- Done Come Too Far: Hija del blues en cuerpo y espíritu, su voz nos transporta a un pasado de cucharas llenas, frutas extrañas y cruces de caminos. Con apenas 43 años ya tiene la madurez de una blueswoman legendaria.
Soul Glo- Diaspora Problems: Vivimos en la edad de oro del hardcore, donde se ha vuelta mainstream y se mezcla con toda la música urbana. Este cuarteto de Pennsylvania con mayoría afroamericana propone un cóctel de diversión y saltos en un mundo apocalíptico.
Special Interest- Endure: ¿Una rave con un grupo punk? es posible. El bajo se cuela en tu cerebro, los estribillos son pop y las bases que hacen bailar no pueden ser más sucias y provocativas. Delirio colectivo post-disco con conciencia social.
the Voo- Brother Voo: Dúo afincado en Hamburgo con influencias diversas, sonido surf-fantasmagórico y actitud glam. A medio camino entre Cramps, Jack White y el antro que elija David Lynch. Desgraciadamente será su último lanzamiento al fallecer Andrew Krell. El otro componente, Ben Galliers, tiene varios proyectos muy interesantes, como Small Fires.
Zeal & Ardor- Zeal & Ardor: Ojos como platos al escuchar la mezcla de cantos de trabajo gospel del Mississippi y Black Metal Doom de iglesia quemada Noruega. Disco homónimo que en realidad es el tercero de la formación. Refrescantes propuesta para géneros anquilosados.
Además de los ya destacados nos gustaron muchos otros discos, como ‘Animorphs’ de Honningbarna unos noruegos fascinantes con grandes canciones y mejor directo: dosis de rabia, saltos y gritos para conseguir una sociedad mejor. Ezra Furman prosigue su transición a mujer y lo cuenta en ‘All of us flames’, 12 canciones con cuidada producción y gran sensibilidad, Bowie está orgulloso.
Motorpsycho todos los años sacan algo que nos encanta, en esta ocasión ‘Ancient Astronauts’. Clutch persiste en su delicioso rock and roll con olor a bujía y gasoil. ‘Don’t Stop the Beat’ de Hard Wax es rock básico… but i like it: 8 temas, 22 minutos y 1 pinta de cerveza. Goodbye June prosiguen en ‘See Where the Night Goes’ con sus aires setenteros, LedZep, Bon Scott, la mejor Creedence Clearwater Revival, mientras Hellsingland Underground siguen siendo uno de los secretos mejor guardados del actual sonido de rock clásico con un directo imbatible.
Hablando de clásicos, The Cult publicaron ‘Under the Midnight Sun’ y la voz de Ian Dury sigue clavándose en nuestro corazón “give me mercy, love will find you”. Otro veterano siempre en buena forma es Mike Scott, que publicó con The Waterboys ‘All Souls Hill’, al igual que Thunder con ‘Dopamine’ o Sloan con ‘Steady’, estos últimos con 30 años de carrera haciendo power pop adictivo.
Otros sin achaques de la edad son Reef, que vuelen con material fresco y poderoso en ‘Shoot Me Your Ace’, el EP ‘1972′ de The Black Crowes, la incendiaria fórmula de Rammstein en ‘Zeit’, u otra receta incombustible, la de Scorpions, que ofrecen más de lo mismo, tópico tras tópico hasta el corazón rockero con ‘Rock Believer’.
Skid Row (muy) sorpresivamente nos regalaron un disco de vuelta ‘The Gang’s all here’ a su sonido más exitoso, sonando potente, fresco… ni se echa de menos a Sebastian Bach. Smashed Gladys lanzaron ‘Raw’, las demos de lo que iba a ser su tercer disco, y son geniales, sin apenas producción suenan frescas y divertidas. Como el buen rock and roll sleaze. También disfrutamos de las locuras progresivas de Polyphia en ‘Remember That You Will Die’ y del sonido prístino de ‘Of Kingdom and Crown’ de Machine Head, que enaltece sus muchas virtudes, ojo a la batería en Become the firestorm.
En los sonidos de raíces nos llegaron al alma The Delines con ‘The Sea Drift’, nueva entrega de tranquilidad y buenas historias frente a una fogata, Amy Boone sigue siendo de las mejores vocalistas que conocemos y conoceremos. También nos gustó el ‘Coffin Nails’ de Ledfoot, autodenominado maestro del gothic blues, el soul de muchos kilates en el rincón de la melancolía que contiene ‘In The Blue Corner’ de Sister Cookie o el disco de versiones ‘Down Every Road’ de Eli Paperboy Reed.
Fantastic Negrito amplió su paleta de blues y rock con gospel y trazas de teatro musical para contarnos la historia de unos antepasados en ‘White Jesus Black Problems ‘, bailamos extasiados el funk vintage de Young Gun Silver Fox y saboreamos el álbum conjunto de Khruangbin y Vieux Farka Touré versionando al padre del maliense ‘Ali’,
El ska también tuvo momentos álgidos con ‘In The Wild’ de The Interrupters, buenos temas y mejores colaboraciones (Tim Armstrong, Rhoda Dakar) con más querencia por el reggae que nunca. También el punk básico y adictivo de Kate Clover, en ‘Bleed Your Heart Out’. La edad de oro del hardcore llegó también a OFF! que ha cambiado de formación y lanzado ‘Free LSD’, o a PUP, que sigue con gran nivel en ‘THE UNRAVELING OF PUPTHEBAND’. Más extremos son KEN mode, que con ‘NULL’ nos torturaron con su noise.
Con una renovada madurez volvió el rapero Logic, más en forma que nunca en ‘Vinyl Days’. Brandon Coleman sigue con sus fascinantes teclados del espacio exterior en su su perfectamente nombrado ‘Interstellar Black Space’. Esperábamos mucho de la vuelta de The Mars Volta y no defraudaron, al igual que The Smile con ‘A Light for Attracting Attention’, orfebrería sónica de primer nivel en este spin off de Radiohead de calidad superlativa, pero sufrimos el enésimo dejavú con Camila Cabello en ‘Familia’, ya que, como siempre, tiene buenos singles pero no convence en un álbum.
En el apartado proyectos pequeños hechos con cariño que nos sorprenden tenemos ‘El sonido salvaje y desaforado de Kaput‘ y ‘Astro Lo Fi Beats’, trabajo del argentino Max Prietto, un ejercicio de estilo con pequeños pedazos de vida, hecho en casa con pericia, hasta su abuela canta.
Kikagaku Moyo volvieron con su psicodelia de otro mundo y otro tiempo en ‘Kumoyo Island’, los que se jactan de un nuevo sonido que, sin embargo, siempre estuvo ahí frente a nosotros es Meute con ‘Taumel’, pura fusión techno marching band. En 2022 también tuvimos tiempo para escuchar ‘Métamorphose’ de Vendredi Sur Mer, donde nos reencontramos con la luminosa oscuridad de la voz de la francesa en ambientes electrónicos más sutiles que en el pasado. Terminamos con Hurray for the Riff Raff, donde Alynda Segarra sigue con buena nota en ‘Life On Earth’.
Aquí os dejamos la lista de los mejores discos y las mejores canciones que descubrimos en 2022: