Posiblemente la banda de black metal con más credibilidad en la actualidad, Watain nos ofrece un álbum de horizontes mucho más abiertos que en sus anteriores entregas sin perder sus primigenias señas de identidad, voces desgarradas y ritmos infernales incluidos.
Evidentemente, la canción que sorprenderá a los seguidores de Watain, y a escandalizar a más de uno, es “The Rode On”, una extensa pieza de más de ocho minutos de duración en la que Erik Danielsson canta por vez primera con voz limpia acompañado de un ritmo lento en el que la guitarra va ganando espacio poco a poco dentro de una atmósfera entre épica y tenebrosa.
Pero “The Rode On” solo debería tomarse como una experimentación dentro de una obra que rebosa fiereza y transmite un magnetismo diabólico, como no podría ser de otra manera; tal como se puede notar desde el principio con “Night Visión”, corte introductorio de inicio lento a base de un suave punteo de guitarra y posterior aceleramiento para, finalmente, abrirnos las puertas del averno con diversos efectos sonoros.
Una vez traspasada la puerta del mal, ya no hay vuelta atrás, Watain nos roba el alma con el caos infernal implantado por “De Profundis” y su aplastante ritmo de guitarra y batería; acto seguido “Black Flames March” nos machaca los sentidos con su ponzoñosa épica y “All That May Bleed” con alguna intromisión de guitarra melódica y notable presencia transitoria del bajo, nos convence definitivamente de que el grupo sueco busca poner al menos un pie fuera del underground
“The Child Must Die”, es otro demoledor ejemplo de ritmos candentes, voces desgarradas y guitarras de aguda sonoridad, mientras que “Sleepless Evil”, al ritmo convulsivo de la batería nos descubre una maligna solemnidad por la que transitan guitarras hirientes y voces maléficas.
Con “The Wild Hunt”, Watain vuelven a perfilar la apertura de conceptos imponiendo ritmos cadenciosos y voces atmosféricas, arropadas por un entorno tétrico y un final acústico en plan guitarra flamenca.
El desenfreno de “Oulaw”, con su magnífico solo; el sentimiento guitarrero de la instrumental “Ignem Veni Mittere”, con sus delicados incisos y su reorientación impulsiva y, el dramatismo majestuoso de “Holocaust Dawn”, completan un álbum en el que quizá las novedades implícitas no sienten demasiado bien a los seguidores más inmovilistas del grupo pero, si algo han conseguido Watain en The Wild Hunt es sonar menos predecibles para alejarse de los convencionalismos que otras bandas de black metal no son capaces de vencer y atascan su progresión.
CALIFICACION: 8,00/10
GRUPO: Watain
TITULO: The Wild Hunt
DISCOGRAFICA: Century Media
AÑO: 2013
PAIS: Suecia
CRITICA REALIZADA POR LOCKY PEREZ
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