Cuando se es joven como María Zahara, 25 añitos de belleza y dulzura, la inocencia, que no entiende de sexos pero si de edades, disfraza de seguridad y de buen gusto todo lo que toca. Pero sus besos son falsos y de mentira y se acaba pagando un precio muy alto. Aunque no es el caso de Zahara. La voz de esta jienense afincada en Barcelona enamora, endulza pero no empalaga, acaricia, es especial, divertida, necesaria como el pan de cada día. Quizás la cuidada y delicada producción de Carlos Jean y Ricky Falkner tenga mucho que ver en ello.
“Merezco“, canción que abre “La Fabulosa Historia De…” y que fue elegida como canción oficial de la Vuelta Ciclista a España 2009, es un precioso tema introducido por un peculiar ritmo de bajo que hace que la canción tenga un sabor distinto, agradable, desde el punto de vista instrumental. “En La Habitación“, segundo tema del álbum, desemboca en “Funeral“, un precioso tema en el que destaca la colaboración de Ricky Falkner, batería de Standstill. “Photofinish” es una preciosa balada, delicada, relajante, que ralentiza el tempo del disco. Igual de bellas son “Chico Fabuloso“, “La Canción Más Fea Del Mundo” y “Chica Pop“, esta última con algunas pinceladas en el estribillo de Coldplay. “Olor A Mandarinas“, “Domingo Astromántico“, un medio tiempo en el que colabora Santi Balmes de Love Of Lesbian, “Con Las Ganas” y “Tu Me Llevas“, quizás la mejor canción del disco, una balada con una letra y arreglos musicales muy cuidados, in crescendo, completan un álbum donde las canciones persiguen encontrar la Felicidad, con mayúsculas, esa que solo se les aparece a aquellos que la buscan.
Quizás el talón de Aquiles de las once canciones del disco sea el que pecan de letras poco elaboradas. Quizás sea solo una minúscula apreciación de un poeta que como un servidor se fija más en el mensaje que en lo que tiñe de comercial al mismo. Aunque en los malos tiempos que corren, líricamente hablando, eso es lo de menos. No todos podemos ser Joaquín Sabina, y en el caso de Zahara ni falta que hace. Sigue así, corazón aventurero. Todo lo de más es lo de menos.