Artista: La Peuple de l’herbe
Título: A matter of time
Sello: Discograph
Fecha de publicación: 2012
Más información: http://www.lepeupledelherbe.net/

Listado de canciones:

New day
Mars
Mothership
Let Us play
Not a test
Parler le fracas
Moustache
Jasmin in the air
Number
Woodem Jam
A matter of time
Tous les matins
19..
Anderson council

Seis trabajos editados y casi tres lustros de renovación sonora constante son suficientes para situar a Le Peuple de l’herbe entre los artistas eclécticos más interesantes de la escena musical de los últimos años. La banda francesa sigue conjugando la música electrónica con géneros tan rítmicamente afines cómo el funk, el hip-hop, el reggae, el soul y, en esta ocasión, con una gran dosis de groove; porque el último trabajo de la formación, A matter of time, es un disco repleto de loops continuados que incitan al oyente hacia unas irrefrenables ganas de bailar.

Un trabajo de más de nueve meses de composición que se estuvo cociendo a fuego lento en el estudio que la banda posee (Supadope Factory) pero que, gracias a ese tiempo de cocción, ha adquirido la solidez y textura que los galos pretendían en su concepción. ¿El resultado? 13 temas que entremezclan los estilos anteriormente citados con composiciones más rockeras y, cómo no, también con bases pop. Un álbum repleto de riquezas que viene a acentuar el crecimiento progresivo que ha tenido un grupo que comenzó realizando un hip-hop atípico decorado con samplers e instrumentos.

Alguien escribió ‘madurez, sin señales de fatiga‘, y creo que no existe una mejor definición para subrayar el momento artístico que atraviesan los artistas gracias a éste trabajo y a su correspondiente gira de presentación. Pero cómo no sólo del momento vive el hombre, la banda ha sabido disfrazar guiños a la nostalgia entre sus cortes, recurriendo a construcciones ochenteras capaces de despertar la memoria musical en la mente de aquellos que siempre se han sabido seguidores de una (mal)etiquetada black music de baile; y, aun así, la simbiosis es tan perfecta que es totalmente entendible, e igualmente disfrutada, por aquellos desarraigados de tan precisa memoria histórica musical.

Trece años juntos y aun así con ganas de liarla, artísticamente hablando, claro. Músicos de los constantes, para los que la profesionalidad no está reñida con la diversión; un hecho que, pese a las creencias, prolifera más que escasea. Una lástima que su reputación, pese a precederles, no arrastre el mismo éxito mediático y de seguidores que sí se granjean en Francia. Porque, cómo excepción a la regla, Le Peuple de l’herbe sí que son profetas en su propia tierra.